El precio del petróleo, por ahora, está más volátil que al alza, días después del ataque terrorista de Hamás a Israel y el inicio del conflicto. Ahora el barril de Brent (de referencia en Europa) se sitúa en 89 dólares, pero su evolución dependerá en gran medida de lo que suceda con Irán, el quinto productor de crudo y el tercero de gas natural del mundo.

Antes de que surgiera el citado conflicto, algunos analistas preveían que el precio del oro negro se podría consolidar o bajar ligeramente a principios de 2024. A mediados de septiembre, llegó a 95 dólares, lejos de la previsión de que llegaría a 100 que hizo el CEO de Chevron, Mike Wirth; y cerró el mes con una tendencia claramente bajista por el empeoramiento de las previsiones de la economía china. Esta semana se inició con cambio en la tendencia, superando los 87 dólares, y ha terminado con una subida del 4%, por encima de los 89.

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Por ahora, las consecuencias en los precios de los carburantes en España, donde aún operan descuentos de algunas compañías (Repsol -que acaba de prorrogarlos hasta el próximo 10 de enero-, Galp, Cepsa y BP), se nota poco, por el momento. Es más, el precio medio del litro de diésel ha bajado ligeramente por primera vez en catorce semanas, situándose 1,682 euros (-0,3%); y el precio medio del litro de gasolina ha sumado su segundo semana a la baja, quedándose en 1,719 euros (-1,86%), según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea recogidos por Europa Press. Es cierto que ambos carburantes están por debajo de la media de la UE y de los máximos de julio del año pasado, cuando superaban los 2,1 euros/litro, pero siguen siendo más caros que antes del 24 de febrero de 2022, cuando estalló la guerra en Ucrania.

Volvamos al precio del crudo. Lo que pase en adelante dependerá de la escalibilidad del conflicto y de la medida en que se vea implicado Irán, que actualmente tiene sus exportaciones de petróleo en su nivel más alto de los últimos cinco años, es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y produce 3 millones de barriles diarios. Se sabe que este país, referente del islam chií, ofrece financiación y formación a Hamás, pero hasta ahora, ni Israel ni EEUU han hecho acusaciones directas de que estuviera involucrado en el último ataque de Hamás a Israel. Si esto se demostrara o si entra en el conflicto, habría consecuencias para el precio del crudo, según ha señalado Rebecca Babin, operadora senior de energía del The Canadian Imperial Bank of Commerce (CIBC), al portal web MarketWatch. En concreto, si se produce una aplicación más estricta de las sanciones, Irán podría reducir su oferta en 500.000 barriles diarios y elevar el precio por encima de los 95 dólares. En caso de ataques militares directos de Israel contra Irán, se podría ver afectada la producción y encarecer el precio a más de 100 dólares. Y si Irán bloquea el estrecho de Ormuz (por donde pasa cerca del 20% del consumo mundial de petróleo), el precio superaría los 115 dólares. Y en la escalibidad del conflicto también hay que tener en cuenta si se implican EEUU y Arabia Saudí (donde impera el islam suní, la rama contraria a la de Irán).