Lo dice JP Morgan: los precios internacionales del petróleo podrían dispararse a 150 dólares por barril durante el primer trimestre de este año si el conflicto entre Rusia y Ucrania provoca a un shock en la oferta.
Las estimaciones del banco de inversión se producen en un momento en el que el barril de referencia en Europa toca máximos desde 2014 y alcanza los 90 dólares.
A los problemas geopolíticos se suman la caída de inventarios en EEUU, lo que ha llevado al petróleo a encarecerse más de un 60% en los últimos doce meses, un 12% en lo que llevamos de año.
El banco de inversión estima que tal aumento en el precio requeriría de un “recorte fuerte" de 2,3 millones de barriles por día en la producción, o una caída del 2% en el suministro global total.
"Dado que esto sería un shock negativo, el impacto en la producción es reducir el PIB global en 1,6%", según el modelo de equilibrio general de JP Morgan, “y la inflación global podría aumentar a una tasa de 7.2% en la primera mitad de 2022 desde el 3%, entre otras estimaciones”.
"Hay otros dos canales mediante los cuales un shock de oferta dañaría el crecimiento global", dice el banco. El primero se derivaría de las repercusiones de una intervención rusa en Ucrania. El segundo del "comportamiento realizado de los principales bancos centrales durante las últimas dos décadas, en el que se ha percibido que los impactos en los precios del petróleo relacionados con la agitación geopolítica representan una amenaza mayor para el crecimiento económico que la inflación”.
Así que, prepárense para rascarse el bolsillo a la hora de llenar el depósito del coche, si es que tienen previsto viajar en Semana Santa, por ejemplo.
Fernández de Sousa y Montserrat Andrade se refuerzan como máximos accionistas en PharmaMar tras comprar 3.810 títulos
La cúpula de PharmaMar no pierde el tiempo y se lanza a comprar acciones de la compañía tras sus últimas caídas en bolsa. El presidente de la biotecnológica, José Manuel Fernández de Sousa, y su mujer y consejera de la firma, Montserrat Andrade, han adquirido un total de 3.810 títulos de la empresa tras volver a cotizar por debajo de los 55 euros por primera vez desde la primavera de 2020.
Según la CNMV, en concreto, Fernández de Sousa ha comprado 1.910 acciones a un precio medio de 52,46 euros por título, mientras que Montserrat Andrade ha desembolsado una media de 52,67 euros por cada uno de los 1.900 títulos que ha adquirido. La operacion de ambos supone, grosso modo, un desembolso que ronda los 200.000 euros.
Con estas compras, tanto Fernández de Sousa como Andrade refuerzan su papel de máximos accionistas de Pharma Mar. Fernández de Sousa ha incrementado su participación hasta el 11,13%, mientras que Montserrat Andrade la ha elevado hasta el 5,12%, superando así al 5,01% de Sandra Ortega o el 4,49% de Pedro Fernández Puentes.
Y todo esto bajo la indiferencia, incomprensible, tanto del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, como del propio Gobierno español, que ignoran la fortaleza de una compañía inmersa en el análisis de los efectos que su fármaco Aplidín puede tener en el tratamiento de pacientes de Covid-19 con infección moderada que, hasta la fecha, han revelado eficacia incluso contra la variante ómicron.