Recientemente, el INE confirmó el subidón del IPC en septiembre, hasta situarse en el 4% en tasa anual.
Según Estadística, en el comportamiento interanual del IPC destaca la subida de los precios de la electricidad, mayor este mes que en septiembre del año pasado, así como de los precios del gasóleo para calefacción y el gas. También influyeron el aumento de los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales y el hecho de que los precios de los paquetes turísticos bajaron menos en septiembre de este año de lo que lo hicieron en igual mes de 2020.
Pues bien: el encarecimiento de los costes energéticos unido a la crisis de suministros y de transporte está afectando directamente al coste de producción y transporte de los productos, lo que se traduce en un incremento de los precios que pagan los consumidores, recoge Onda Cero.
Es decir, que las empresas de bienes de consumo se están enfrentando a la subida de los precios de materias primas como la energía, los aceites comestibles y los envases, así como al aumento de los costes de transporte a medida que las economías se recuperan de la pandemia.
Por ello, algunas compañías de las más de 30.000 representadas por la Asociación de Empresas y Fabricantes del Sector del Gran Consumo (Aecoc) ya han subido los precios de algunos productos, mientras estudian las subidas de otros o la revisión de sus catálogos, a fin de contener la reducción de sus márgenes de beneficios.
El presidente de la Aecoc, Ignacio González, avisó durante la celebración del Congreso anual de la patronal que "esta inflación ya está aflorando y será igual o incluso peor". González justificó esta subida de precios de los productos: "Cuando las compañías tienen subidas de costes lo intentan absorber para que no tenga un impacto en el consumidor, pero estamos condenados a tener inflación".
Es también el caso de la empresa Campofrío, que lo está estudiando y lo ve como «algo que hay que afrontar si la cosa sigue así», según su consejero delegado, Javier Dueñas, añade Onda Cero.
Mientras que la semana pasada fue el CEO de Heinz el que admitía que el grupo ya había subido los precios de sus productos para poder afrontar este triple aumento de costes.