Este lunes se está viviendo el primer día de huelga de conductores de autobuses (urbanos, interurbanos, discrecional y escolar) y grúas autopropulsadas. Los sindicatos hablan de seguimiento “masivo” y servicios mínimos abusivos. Mientras, desde la Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebus) se señala que la jornada está siendo de casi total normalidad con un cumplimento de los servicios mínimos superior al 95%, excepto en algunas empresas por incidentes de los piquetes, y se han contabilizado una treintena de lunas rotas.

CCOO y UGT reclaman el reconocimiento de la penosidad y la peligrosidad de la profesión, y por ello, la jubilación anticipada a los 60 años. Si no logran un acuerdo, habrá otros cinco días de paros (11, 28 y 29 de noviembre, 5 y 9 de diciembre) y amenaza de huelga indefinida a partir del 23 de diciembre. Paros a los que han sido llamados más de 80.000 trabajadores en toda España, y que podrían haber llegado a más de 300.000, de no haber sido por el acuerdo alcanzado para el transporte de mercancías y el sanitario. Sin embargo, aceptar las exigencias no es tan sencillo... y menos si se tiene en cuenta que falta relevo generacional. 

En algunas empresas ha habido incidentes con los piquetes, y se han contabilizado una treintena de lunas rotas

Los servicios mínimos han tenido algunas mínimas variaciones entre comunidades autónomas, pero en general han rondado entre el 75% y 80% en hora punta y entre el 40% y el 50% en horas valle. Es cierto que mientras la Confebus ha hablado de que la primera jornada de paro “se está desarrollando casi con total normalidad”, con un cumplimiento bastante alto de los servicios mínimos, se han podido ver algunas aglomeraciones en algunos intercambiadores y colas en diversas paradas.