El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha desestimado este miércoles el recurso presentado por Google contra la sanción de 2017 de la UE que le obligaba a pagar una multa de 2.424 millones de euros por abuso de posición dominante.
La UE alegó, concretamente, que el buscador favoreció su servicio de comparación de precios frente a los de la competencia, mediante “algoritmos de clasificación”, aunque los suyos no fueran los mejores. Hablamos de una sanción impuesta en 2017.
No es la única multa, aunque sí la primera que avala el TJUE. El tribunal europeo tendrá que pronunciarse próximamente sobre los 4.340 millones que le impuso la Comisión Europea en 2018 -otra vez- por abuso de posición dominante de su sistema operativo Android, y por la más reciente de 1.490 millones de euros por prácticas abusivas con AdSense, su servicio de publicidad online. En total, 8.254 millones de euros en multas, que podrían aumentar tras la investigación abierta este año por presuntamente restringir los datos de los usuarios a anunciantes y proveedores publicitarios ajenos al buscador.
Menos mal que “Google no tiene ningún monopolio”, como afirmó Fuencisla Clemares, directora de Google España y Portugal, en verano.
En cualquier caso, estamos hablando de unas multas que apenas tendrán impacto en las cuentas de la compañía, que a lo largo del lunes superó los 2 billones de dólares de capitalización bursátil, el 120% del PIB español. Además de parásito, ladrón y censor, Google es experto en abuso de posición dominante.