Este jueves se celebró la primera junta general de accionistas de Línea Directa. Hablamos, por tanto, de un acontecimiento -éste sí- histórico. Por eso llamó la atención que el presidente de la aseguradora, Alfonso Botín-Sanz de Sautuola, hijo de Jaime Botín, máximo accionista de la compañía con el 23,05% del capital (19% de manera directa y el resto a través de Bankinter), no dirigiera ni siquiera unas breves palabras a los accionistas presentes físicamente y a los que siguieron la junta vía internet.

Botín se limitó a presidir la reunión y cedió todo el protagonismo a Patricia Ayuela, nombrada consejera delegada en febrero, que tuvo palabras de agradecimiento para sus antecesores en el cargo: Gonzalo de la Hoz, María Dolores Dancausa y Miguel Ángel Merino.

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Ayuela se mostró especialmente cautelosa respecto al futuro económico de nuestro país y reconoció que el PIB, “aunque ha crecido de forma satisfactoria durante 2021 aún está lejos de compensar el grave deterioro que ha sufrido a causa de la pandemia, y la evolución del empleo, con un ritmo de crecimiento más lento del deseado”.

El sector seguros no es ajeno a la crisis económica, especialmente el ramo Auto, el negocio principal de Línea Directa. Por eso, Ayuela piensa ya en ampliar la oferta: “No descartamos operar en otros ramos en el futuro y seguir completando nuetra oferta dentro de nuestra estrategia como grupo asegurador multirramo”, aseguró.