PRISA no es una empresa como las demás porque si lo fuera, habría sido liquidada hace ya varios años. Con un patrimonio neto negativo de 405,1 millones de euros, una deuda financiera neta de 732 millones y un resultado de explotación (Ebit) que en marzo alcanzó los 52,1 millones, ya me dirán ustedes hasta dónde se puede llegar si no es por el empeño del Gobierno para que siga adelante.
Estamos hablando de una deuda neta que supera en 10,9 veces el resultado de explotación y de un beneficio de 19,2 millones. ¿No sería mejor no dar beneficio y destinar todo ese dinero a amortizar deuda?
En cualquier caso, los negocios no van bien y no muestran ninguna capacidad para darle la vuelta a la situación. Así, los ingresos de explotación de PRISA Media cayeron un 6,3% respecto al primer trimestre de 2023 y no superaron los 91,4 millones de euros. En esta línea, el Ebitda contable pasó a ser negativo (-1,1 millones frente a los 1,9 millones positivos de 2023), lo que desembocó en un resultado de explotación (Ebit) que empeoró hasta los -7,9 millones, frente a los -4,2 millones del año anterior.
Santillana tampoco es lo que era. Los ingresos de explotación cayeron un 8,6%, hasta los155 millones, el Ebitda contable hizo lo propio un 10,7%, hasta los 59,7 millones y el resultado de explotación no superó los 51,7 millones después de caer un 9,7% respecto al año anterior. En este punto, el Grupo aclara que excluyendo el negocio en Argentina, impactado por la venta institucional en 2023, los ingresos habrían aumentado un 7%, el Ebitda un 17,8% y el resultado de explotación, un 26,2%. Enhorabuena.
En definitiva, PRISA es una ruina que en Bolsa vale 354,8 millones de euros. Mucho parece.