La progre y blasfema Netflix ahora también se puede tildar de ambiciosa porque lidera el sector del streaming mundial, pero quiere mucho más. Y de hecho, desde esta privilegiada posición, podría subir más los precios, pese a que en 2023 ha ingresado y ganado mucho más que el año anterior.
La plataforma de streaming que dirige el activista woke Reed Hastings, junto a dos CEOs (Ted Sarandos y Greg Peters), ha logrado un aumento récord de suscriptores entre octubre y diciembre, siendo el mejor de su historia en un cuarto trimestre: en concreto, ha sido de 13,13 millones. De esta forma, ha cerrado 2023 con una cifra total de 260,38 millones de abonados, lo que supone 29,53 millones más que el año anterior y mantener el liderazgo en streaming, porque les saca mucha venta a sus rivales: Disney+ tiene algo de más 150 millones de usuarios y si se confirma la fusión entre Warner Bros. Discovery y Paramount, esta superaría a la factoría de Mickey Mouse y se situaría en segundo lugar con 158 millones.
Los directivos de la compañía con sede en Los Gatos (California, EEUU) se están planteando volver a subir los precios, como recogía una carta enviada a los accionistas, según ha informado The Hollywood Reporter. Como saben, ya lleva varios incrementos de precios y es algo que les gusta demasiado, pese a tener el dominio del mercado. Y la cosa no acabaría ahí, porque también se están planteando eliminar el plan básico sin anuncios en Canadá, Reino Unido y otros mercados, dado el gran éxito que está teniendo el plan básico con anuncios (ya tiene 23 millones de usuarios, frente a los 15 millones que tenía a inicios de noviembre y acapara el 40% de nuevas suscripciones). Y en España, por ahora, no hay cambios de tarifas.
En el tema de suscriptores y de los precios, no hay que perder de vista que en 2023 Netflix puso fin a las cuentas compartidas, algo que notó en sus ingresos, aunque estos han crecido un 6,7%, a 30.955 millones de euros. Por su parte, el beneficio neto ha aumentado un 20,4%, a 4.964 millones. Mientras, continúa teniendo una elevada deuda a largo plazo que no se permite a otras compañías al otro lado del océano Atlántico, la cual se ha reducido ligeramente, quedándose en unos 12.971 millones. Y a los inversores parece no preocuparles demasiado dicha deuda, porque la cotización de Netflix sube más de un 12% este miércoles.
De cara al primer trimestre del año, la plataforma espera ingresar 8.482 millones, lo que supondría una mejora del 13,2%; disparar un beneficio un 51%, a 1.814 millones, a pesar del impacto negativo de la fuerte depreciación del peso argentino frente al dólar. También prevé que las adiciones netas de suscriptores vayan bajando progresivamente, aunque espera sumar 1,8 millones de usuarios; y anticipa mayor consolidación del sector, por lo que podría confirmarse la fusión Warner Bros. Discovery y Paramount y llevarse a cabo otras en un entorno de elevada competencia: a Netflix, Disney, Amazon Prime Vídeo, HBO, Warner Bros. Discovery y Paramount, entre otras, se suman YouTube, Apple, Walmart, Tik Tok, Instagram, Telegram...).
En contenidos todo puede pasar teniendo en cuenta que no oculta ni su gusto por lo progre ni por la blasfemia. Su última polémica llegó con los dibujos animados Calle Cocomelon, que se sumó al bisonte no binario en Ridley Jones, la guardiana del museo; el mensaje ‘No creo en Jesús’ en vídeos infantiles; la cancelación de la película Sonido de libertad, que carga contra la trata de niños; las críticas de Georgia Meloni, primera ministra de Italia, por su promoción de la droga; o el pinchazo de La reina Cleopatra afrodescendiente.