El progre The Walt Disney Company sufre en bolsa (su cotización baja casi un 9%) este jueves, tras haber publicado los resultados de su segundo trimestre fiscal -enero a marzo, y por ende, del primer semestre. Y la caída se debe al streaming, pues ha crecido la sangría de suscriptores en Disney +: ha perdido 4 millones, frente a las 2,4 millones de bajas que tuvo entre octubre y diciembre... que provocaron el anuncio de un fuerte recorte de costes (incluyendo 7.000 despidos que sigue ejecutando de forma progresiva y entre ellos, hay dos relacionados con Marvel -Victoria Alonso e Isaac Perlmutter-).
El gigante de ocio y entretenimiento ha perdido 4 millones de suscriptores entre enero y marzo, pero, por una vez, la principal causa no ha sido su elevado progresismo ni los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM) -ideología de género y ateísmo- ni el adoctrinamiento de niños (o “corrupción de menores”, como refiere Santiago Abascal, líder de Vox). El principal motivo se debe a Disney+ Hotstar en la India, al haber dejado de emitir los partidos de la liga nacional de criquet tras perder los derechos de retransmisión, y también a la subida de precios de Disney+ en EEUU y Canadá con el lanzamiento del plan con anuncios.
Disney invirtió 1.435 millones en producir contenidos. Entre los últimos de Disney+ hay: más perversión de niños (dos dinosaurios homosexuales que quieren ser papás), así como necedad creciente y también incoherencia al presumir del debut de su primer actor con Síndrome de Down... al tiempo que sigue financiando abortos
Claro que mientras esta última plataforma de streaming ha continuado con la sangría de suscriptores, pese al éxito de The Mandalorian, hasta quedarse en 157,8 millones, las otras dos -Hulu, dedicada a un público adulto y de la que era accionista mayoritario desde la compra de 21 st Century Fox, pero que ahora tendrá en su totalidad pues adquirirá la participación que aún tenía Comcast comprará la participación que está en poder; y ESPN+, de contenido deportivo- han sumado 400.000 y 200.000, respectivamente. Por todo ello, la factoría de Mickey Mouse ha decidido fijarse un poco más en Warner Bros. Discovery (unió HBO Max y Discovery+ en una única plataforma, la cual ahora se llamará Max) y algo menos en Netflix (lanzó plan barato con anuncios y pierde usuarios por el fin de las cuentas compartidas... o sea, por la subida de precios): quiere fusionar Disney+ con Hulu en EEUU para fin de año porque el CEO, Bob Iger, lo considera “una oportunidad para los anunciantes”, pero también mantendrá las tres plataformas separadas, por ahora; retirará contenidos del catálogo de Disney+; subirá precios del plan sin anuncios en EEUU; y el plan con anuncios llegará a Europa en los próximos meses.
A pesar de todo ello, el gigante de ocio y entretenimiento, que está en pleno conflicto con Ron DeSantis, ha reducido un 26% las pérdidas operativas de su negocio de streaming a 600 millones y espera que alcance la rentabilidad antes del fin del ejercicio fiscal 2024 (es decir, el siguiente al actual y que cerrará en septiembre de ese año). Algo en lo que ha contribuido el hecho de que los ingresos medios mensuales por abonado hayan subido un 13% a nivel global, elevando los ingresos a 5.025 millones de euros (+12%), y los menores gastos en marketing. Eso sí, invirtió 1.435 millones en producir contenidos, pero prevé menor producción en los próximos trimestres... para ganar eficiencia. Y por cierto, entre los últimos contenidos de Disney+ hay: más perversión de la infancia (dos dinosaurios homosexuales que quieren ser papás), así como necedad creciente y también incoherencia al presumir del debut de su primer actor con Síndrome de Down... al tiempo que sigue financiando abortos.
Iger ha felicitado a Universal por el éxito de 'Super Mario Bros', una película normal, sin manipulaciones progres. Un estilo que, sin duda, debería copiar la factoría de Mickey Mouse
Dejando a un lado streaming y contenidos, Disney ha bajado su resultado operativo un 11% en su segundo trimestre fiscal, cuatro puntos más que en el primer trimestre, a unos 3.012 millones de euros. Y todo ello, a pesar de haber obtenido un beneficio neto de 1.158 millones, casi el triple que el de hace un año, y de elevar ingresos un 13,3% gracias a la gran mejora y la recuperación del negocio de parques (el que fue el gran perjudicado en el periodo de la pandemia del Covid-19). “Estamos complacidos con nuestros logros este trimestre, incluido el mejor desempeño financiero de nuestro negocio de streaming, que refleja los cambios estratégicos que hemos estado realizando en toda la compañía para realinear a Disney de cara a un crecimiento y éxito sostenidos”, ha presumido Iger, quien hace unos meses volvió al cargo de primer ejecutivo de forma interina durante dos años. La principal tarea del nuevo presidente no ejecutivo, Mark Parker, es buscar su relevo. Y ojo, porque Iger ha felicitado a Universal por el éxito de Super Mario Bros, una película normal, sin manipulaciones progres, que también es obra de Nintendo y se basa en su famoso videojuegos sin reinterpretaciones.
En el conjunto de su primer semestre fiscal (octubre a marzo), la multinacional ha reducido su beneficio operativo un 9%, a 5.802 millones. Sin embargo, el beneficio neto ha crecido un 62%, a 2.324 millones, y los ingresos han ascendido a 41.307 millones (+10,4%).