Puig se ha convertido en la muestra de una Oferta Pública de Venta (OPV) exitosa pero ‘tramposa’, tras su buen debut en el parqué el viernes 3 de mayo. Y es que se debe destacar que la familia Puig mantiene el control de los derechos económicos (en concreto, el 71,7% de los mismos) y también de los derechos de voto (el 92,5%).

Decíamos que el grupo familiar catalán de perfumería, maquillaje, moda y dermocosmética se convertía en la primera compañía en estrenarse en la bolsa española en 2024 y que se preveía que valdría más que ACS o IAG. Y así ha sido: ha debutado a un precio de 24,5 euros por acción, la cifra más alta de la horquilla fijada en el folleto de la salida a bolsa por la alta demanda, que ha sido muy superior a la oferta; y con una capitalización bursátil de 13.920 millones de euros, superando los 10.346 millones que vale en bolsa la constructora que preside Florentino Pérez o los 10.285 millones que vale el holding aéreo que dirige Luis Gallego.

Relacionado
 

 

A las 12 horas del 3 de mayo tenía lugar el tradicional toque de campana, esta vez por parte del presidente ejecutivo del grupo perfumero, Marc Puig Guasch, en la bolsa de Barcelona y con un nuevo logo. En el estreno, Puig Brands ha tenido un alza del 8,2%, a 26,5 euros, reflejando la alta volatilidad que es habitual en los primeros compases de negociación; más tarde, el entusiasmo se ha moderado al entorno de los 25 euros y de los 24,52 euros, en línea con el precio del debut, y ha acabado cerrando su primera sesión en plano, situándose en 24,5 euros. Y es que dicho precio era el más alto de la horquilla fijada en el folleto de la OPV, después de que la oferta fuera sobresuscrita múltiples veces, reflejando la elevada demanda de inversores institucionales internacionales e internacionales. En concreto, cuando se abrió el libro de órdenes por parte de las entidades colocadoras un día después de anunciar la salida a bolsa, el grupo catalán logró la sobresuscripción de la oferta, cuyo tamaño era de hasta 3.000 millones.

Todo lo anterior ha reflejado que se ha tratado de una OPV exitosa. Algunos apuntan a que solo se trata de una operación para dar dinero a los miembros de la familia fundadora y propietaria, así como a los bancos colocadores. Puede ser así… o no, aunque lo cierto es que la elevada demanda ha superado con creces la oferta.

Amancio Ortega no hizo ‘trampas’ cuando sacó a bolsa Inditex el 23 de mayo de 2021, pues abandonó parte de la propiedad y la parte proporcional que esta tenía de derechos económicos y políticos. Ahora controla el 59,29% del capital y acaba de recibir 1.422 millones del primer pago del dividendo de este año

Eso sí, dicha OPV también ha sido ‘tramposa’ porque los Puig se han reservado el control del grupo y lo siguen mantenido al ostentar la mayor parte de los derechos económicos y de los derechos de voto, algo que va en contra de la propia naturaleza del mercado y que está entre las cosas que están prohibidas en EEUU. La familia continúa controlando el grupo que fundó Antonio Puig Castelló en 1914, pues en el debut bursátil sólo ha cedido derechos económicos (los que reciben dividendo), pero no derechos de voto -también llamados derechos políticos- y que son los que tienen que ver con el control. Al hilo de esto, deberían aprender de Amancio Ortega, que no hizo ‘trampas’ cuando sacó a bolsa Inditex el 23 de mayo de 2021, pues abandonó parte de la propiedad y la parte proporcional que esta tenía de derechos económicos y políticos. Ahora este empresario leonés de 88 años controla el 59,29% del capital (el 50,01% a través de su holding inversor Pontegadea) del líder mundial del textil que fundo; le sigue su hija mayor, Sandra Ortega Mera, con un 6,993% a través de la sociedad Rosp Corunna Participaciones Industriales; y el resto cotiza en bolsa, donde la compañía ya vale 133.455 millones. Además, Inditex acaba de repartir el primer pago del dividendo de este año, que en total ascenderá a casi 4.800 millones (de los cuales, Amancio Ortega recibirá 2.845 millones en dos pagos de 1.422 millones). 

Relacionado

 

Claro que no sólo ha sido ‘tramposo’ lo de mantener el control del grupo perfumero, sino que su presidente ejecutivo, el ingeniero industrial barcelonés Marc Puig Guasch no tuvo ningún reparo en convertirse en el ejecutivo mejor pagado en España en 2023, tras los resultados récord de Puig. Y es que cobró 25,7 millones, gracias a jugosos incentivos (9,3 millones), superando a Jesús María Herrera (23,773 millones, cifra que no gusta a los ‘proxyes’ ISS y Glass Lewis), consejero delegado de CIE Automotive, y a Ignacio S. Galán (13,836 millones), presidente ejecutivo de Iberdrola. Un dinero que Marc Puig Guasch ha recibido antes de la salida a bolsa del grupo perfumero fundado por Antonio Puig Castelló en 1914… porque a partir de ese momento los nuevos accionistas votarán sobre las remuneraciones.

Antes del debut bursátil, la familia catalana controlaba el 99% del grupo de perfumería, moda, maquillaje y dermocosmética (un 89% del capital a través de su family office Exea y otro 10% vía la sociedad Puig Gest), mientras que sólo un 1% era de accionistas minoritarios. También decidió reordenar su estructura y agrupar los negocios en Puig Brands S.A., ante la salida a bolsa... y cambiar su logo. Ahora, tras dicho estreno en el parqué barcelonés y empezar a cotizar en el mismo, así como en los parqués de Madrid, Bilbao y Valencia, a través del Sistema de Interconexión Bursátil (Mercado Continuo), la familia fundadora ha vendido el 28% del capital, pero mantiene el 92,5% de los derechos económicos, es decir, casi todo el poder al fin y al cabo.