El BCE ha nombrado este miércoles a Claudia Buch presidenta del Consejo de Supervisión, en sustitución de Andrea Enria, que dejará el cargo el 31 de diciembre. El nombramiento tiene su aquel porque no fue ella la candidata sugerida por la Comisión de Economía del PE, sino la española Margarita Delgado y lo habitual en estos casos es que la candidata del PE sea la elegida.

Por eso, la audiencia que tendrá Buch en la Comisión de Economía, en los próximos días, adquiere una relevancia adicional. Tras esa audiencia, será el Parlamento Europeo el que apruebe el nombramiento.

Margarita Delgado era, efectivamente, la candidata con más papeletas porque era la que presentó una mayor experiencia para el puesto. No en vano, siendo vicegobernadora con Pablo Hernández de Cos es la responsable de supervisión en el Banco de España. Buch, por el contrario, como número dos del Bundesbank ha ejercido todos estos años como responsable del equipo de estudios de la institución alemana.

Algunos achacan el nombramiento de Buch al hecho de que España ya cuenta con mucha representación en Europa: Luis de Guindos es vicepresidente del BCE y José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea, institución ligada al BCE.

Sea como fuere, el no nombramiento de Delgado coincide con las aspiraciones de Nadia Calviño para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI), un cargo que la vicepresidenta primera en funciones ha visto peligrar en las últimas semanas. Algunos mal pensados, incluso, achacan el nombramiento de Buch a presiones de Moncloa, algo impensable conociendo el talante moderado y poco intrusivo de Pedro Sánchez.

Nadia, en cualquier caso, puede estar tranquila: aunque no tenga nada que ver, naturalmente, el nombramiento de Buch le favorece.