¿Qué más le puede pasar a Boeing? Esa es una gran pregunta a la que cuesta dar una respuesta, tras años inmerso en una larga crisis de la que aún no ha logrado salir. Ahora aterriza en bolsa (su cotización cae un 10% en los últimos cinco días y un 7% solo este lunes), tras tener que dejar en tierra todos sus 737 Max 9.

Así lo ha decidido la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) para su inspección. Lo ha hecho después de que un avión con sólo 10 de semanas de antigüedad que operaba la aerolínea Alaska Airlines perdiera parte del fuselaje en pleno vuelo y tuviera que aterrizar de emergencia en la noche del pasado viernes 5 en Portland (Oregón, EEUU). Afortunadamente, no hubo muertos ni heridos entre los pasajeros.

Sin embargo, se trata de un nuevo problema para el modelo 737 Max. Recuerden que su crisis empezó hace unos años por los problemas de seguridad y dos accidentes que causaron 346 muertes, a esto se sumaron: el batacazo que el Covid-19 supuso para el sector aéreo mundial, los problemas en otros modelos y en las entregas del 787 por un proveedor. De hecho, esto último obligó al fabricante aeronáutico estadounidense a rebajar la previsión anual de entregas de aviones 787 a finales de octubre, lo que tuvo repercusión en su cotización. Y es que a los inversores no les hizo ninguna gracia y además decidieron no premiar ni la reducción de pérdidas a la mitad ni el aumento de ingresos en los nueve primeros meses.

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En aquel momento, por mucho que el CEO de Boeing, Dave Calhoun, hablara de “buen camino hacia la recuperación a largo plazo”, parece que los inversores no se fiaban y a la vista del último suceso, parece que estaban en lo cierto. El aterrizaje de todos los 737 Max 9 para ser inspeccionados puede traer cola y afectar también a algunos encargos: Flydubai, una aerolínea low cost de Emiratos Árabes Unidos (EAU), ha pedido 30 unidades para abrir nuevas rutas y aumentar su capacidad, aunque actualmente cuenta con tres en su flota que no se han visto afectados por la decisión de la FAA y que están sufriendo controles “completos” por parte de la aerolínea; y la aerolínea de bandera jordana Royal Jordanian ha encargado cuatro aviones 787-9. Eso sí, no está en peligro el ‘megapedido’ de 95 aviones para la aerolínea Emirates, pues son del modelo de fuselaje ancho 777. 

Ante los últimos problemas de Boeing, la reacción en bolsa de su principal rival, Airbus, no se ha hecho esperar: su cotización sube más de un 2%. El gigante aeronáutico europeo no tiene problemas en sus aviones, aunque en los nueve primeros meses no tuvo un gran despegue: pese a crecer en ingresos y empleos, el beneficio bajó y se anotó nuevas provisiones (esta vez por los satélites). Eso sí, la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) ha asegurado que los Boeing 737 MAX 9 que operan en Europa no están inmovilizados por la FAA de Estados Unidos y, por tanto, pueden seguir volando con normalidad.