Fedea ha publicado un trabajo que podría resumirse en '¿Qué hacen los españoles con los premios de lotería y similares?', elaborado por Julio López-Laborda, Jaime Vallés y Anabel Zárate, de la Universidad de Zaragoza, cuyo objetivo era "analizar cómo ha afectado la obtención de premios procedentes del juego y la lotería en España al comportamiento de los ganadores y sus parejas, en un gran abanico de decisiones económicas y personales, relacionadas con la oferta de trabajo, el consumo, ahorro e inversión, la formación y mantenimiento de una familia o el lugar de residencia", explica en nota de prensa. 

Con respecto a la respuesta de los premiados en su oferta de trabajo, los resultados obtenidos en el margen intensivo (en la decisión de trabajar más o menos) muestran que las rentas del trabajo salarial y empresarial del sujeto premiado se ven reducidas, tras la obtención de un premio, en un 1,66% y 0,77%, respectivamente, por cada 100.000 € de premio, y que esta respuesta solo es significativa si dicha renta constituye su principal fuente de renta, lo cual sugiere que el premio actúa como sustituto de la renta principal del sujeto premiado. 

Las respuestas en el margen extensivo (en la decisión de trabajar o no) parecen evidenciar que los premios inducen a los asalariados a dejar de trabajar por cuenta ajena, si son mujeres, no tienen hijos, están más cerca de la edad de jubilación, tienen poca renta y el premio es pequeño

Las respuestas en el margen extensivo (en la decisión de trabajar o no) parecen evidenciar que los premios inducen a los asalariados a dejar de trabajar por cuenta ajena, si son mujeres, no tienen hijos, están más cerca de la edad de jubilación, tienen poca renta y el premio es pequeño. No obstante, hay ciertos perfiles de premiados (hombres, con hijos, cercanos a la edad de jubilación y con renta elevada) que deciden emprender. “Hemos comprobado también que el efecto total sobre la oferta laboral sería superior al que nosotros hemos estimado, puesto que también los cónyuges parecen reaccionar a la obtención del premio reduciendo su oferta laboral”, señala Fedea.

Por otra parte, el dinero del premio, que en un principio se ingresa en un depósito bancario normalmente ya existente, se emplea en los años posteriores para invertir en activos inmobiliarios y financieros (en especial, en vivienda habitual y fondos de inversión) y, en algunos casos, para cancelar deudas. La inversión en activos financieros es bastante inmediata y, excepto para los fondos de inversión, se agota los primeros años; mientras que la inversión en inmuebles requiere su tiempo y sigue presente cuatro años después del premio. La excepción es la vivienda habitual, que parece una inversión más urgente y se agota en los primeros años.

Finalmente, el premio parece animar a los sujetos a contraer matrimonio, pero no a poner fin al mismo, tener hijos o cambiar de municipio de residencia.

En definitiva, “la evidencia para España sugiere que los premios obtenidos en el juego y la lotería se emplean para algo más que “tapar agujeros” (es decir, pagar deudas, en muchos casos vinculadas a la compra de la vivienda habitual de la familia), que es lo que contestan los premiados cuando se les pregunta sobre qué destino van a dar al premio que han obtenido”, concluye la nota de prensa.