El punto de inflexión se produjo en el primer trimestre del año, periodo en el que Netflix perdió más 200.000 usuarios en todo el mundo. Fue entonces cuando el cofundador y codirector general de la plataforma, Reed Hastings, se dio cuenta de que tenía que explorar nuevas vías de ingresos. Aunque caigan los usuarios que aumente la facturación.
Dicho de otra manera, Netflix ha sufrido de primera mano los efectos de una feroz competencia -HBO, Amazon, Disney, Apple…- y se ha aliado con Microsoft para introducir publicidad a cambio de ofrecer una tarifa más económica. El anuncio realizado el miércoles constata la quiebra del modelo Netflix y el hecho de que a estas alturas, ni siquiera es factible ofrecer una suscripción gratuita a cambio de publicidad.
Para poder hacerlo -gratis con publicidad- Netflix debería gozar de la masa crítica ideal de usuarios, que se logra siendo un monopolio global, como el buscador. Si apareciera un ‘Google 2’, otro gallo cantaría.
Aún es pronto para conocer los detalles de la nueva tarifa. Lo anunciaron el miércoles.