¿Quién tiene más caradura? ¿Teresa Ribera o ArcelorMittal? Es difícil responder, pues la primera se ha estrenado como vicepresidenta europea con una visita a la planta que el líder siderúrgico tiene en Gante (Bruselas), tan sólo una semana después de que este último suspendiera un proyecto para producir acero verde en Gijón, pese a haber recibido 450 millones de euros en ayudas públicas del Gobierno Sánchez.
La política y ecologista española ha logrado la ansiada silla de vicepresidenta europea, en concreto, de Transición Justa, Limpia y Competitiva, así como responsable de Competencia (un regalo envenenado). Ribera tendrá las manos bastante atadas y deberá defender una apuesta energética que no puede prescindir de la nuclear, del gas y del carbón. Además, no es la única vicepresidenta dentro del voluminoso nuevo Ejecutivo comunitario que ha formado Ursula von der Leyen para contentar a todos los Estados miembros, pero con una gran dispersión de funciones... para garantizarse así que ella es la única que manda.
En su visita a la planta de ArcelorMittal en Gante, Ribera se ha permitido hablar de competitividad y de industria europea... justo cuando Thyssenkrupp ha anunciado 11.000 despidos en su filial siderúrgica hasta 2030, Ford recortará 4.000 empleos en Europa (2.900 en Alemania y se salva España, donde ya lanzó un ERE y un ERTE) y Volkswagen cerrará tres de las diez plantas que tiene en Alemania y con ello hará miles despidos. Ribera también ha señalado que ha hablado con responsables de ArcelorMittal sobre “producción de acero e innovaciones” y se ha atrevido a referir que “Gijón ha salido dentro de las inversiones que se van a hacer en Europa”,... debe ser que no se ha enterado bien de que el proyecto de producir acero verde con hidrógeno verde se ha parado y de que el líder siderúrgico controlado por la familia india Mittal insiste en el chantaje y quiere más ayudas.
Y dejando a un lado ArcelorMittal, Ribera ha subrayado que la Comisión Europea no se plantea retrasar el fin de los coches de combustión (previsto para 2035 y que se revisará en 2026)... en plena crisis mundial del sector del automóvil (la cual empezó por los altos costes de producción y la baja demanda de coches eléctricos). Además, cabe tener en cuenta que la industria europea del automóvil está reclamando ayuda y flexibilidad en la transición ante la baja demanda de eléctricos.
Ribera asegura que la Comisión Europea no se plantea retrasar la fecha de 2035 para coches sin CO2https://t.co/tGqiryXZuh
— RTVE (@rtve) December 3, 2024