Ana Botín aprovechó su participación en la jornada ‘Mujeres, dinero y poder’, organizada por Bloomberg, en Londres, para lanzar dos mensajes claros, uno a Carlos Torres, presidente del BBVA, y otro a su ‘amigo’ Andrea Orcel, ex aspirante a CEO del Santander y actualmente consejero delegado de UniCredit.
“Creo que las cosas han de cambiar mucho antes de que veamos una consolidación transfronteriza, pero seguiremos viendo actividad en el mercado, porque el espacio para el crecimiento es muy limitado”, afirmó la presidenta del Santander, para quien “los números, simplemente, no cuadran, como se vio en la crisis de hace 15 años”.
Precisamente, el italiano Orcel se ha convertido, en los últimos meses, en el mayor activista de la Unión Bancaria Europea, tras la compra del 9% del alemán Commerzbank, porcentaje que podría ampliar hasta el 29%, el umbral para no tener que lanzar una OPA.
Eso fue en septiembre, porque en noviembre lanzó una OPA por el italiano Banco BPM, como contamos en Hispanidad. No conviene perder de vista que Orcel es un banquero de inversión, es decir, se le da bien buscar capital, pero no tiene ni idea de banca doméstica.
Vuelve Botín: “Si su empresa está en un mercado que no crece demasiado y ya es una de las más grandes de su país, la única forma de crecer es hacerlo con la consolidación en ese mercado. Eso es lo que estamos viendo ahora”. A doña Ana le faltó citar a Carlos Torres y su OPA sobre el Sabadell.
Para terminar, también instó a la nueva Comisión Europea para que garantice una competitividad justa entre bancos y Fintech: “En este momento no hay igualdad de condiciones en materia de datos, capital y resiliencia para los proveedores de pagos, que compiten con nosotros los bancos”, señaló.