Ni contrato único indefinido, ni rebaja de cuotas sociales, ni salarios dignos: con esta reforma el Gobierno conseguía un balón de oxígeno político, los sindicatos ganaban poder y seguimos sin saber qué conseguía la patronal de Garamendi.
CCOO y UGT consiguen que el convenio del sector prime sobre el de la empresa, es decir, recuperan poder sindical…pese a que cada vez representan menos al trabajador.
Para el Gobierno esta reforma es garantía para luchar contra la temporalidad y, efectivamente, lo es. Porque esta reforma no quita burocracia, ni simplifica a un solo contrato, indefinido, con indemnización pactada de antemano, no, lo que hace es encorsetar el mercado laboral, imposibilitando los contratos temporales. Pero si con la reforma laboral aumentas las cuotas de la seguridad social de los contratos temporales hasta forzar que sea imposible para el empresario el contratar, ¿qué va a pasar?
Tampoco se suprimen las cuotas sociales, que causan la economía sumergida, ni se llega a un salario mínimo digno. Porque lo de velar por los intereses del trabajador, UGT y CCOO lo dejan para otro día.
Lo que sí apoya esta reforma son más subvenciones, en forma de ertes. Los ertes por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción (ETOP) tendrán mayores facilidades de tramitación y aplicación. Además, se estrenan los nuevos mecanismos RED, que es otra manera de decir erte, y tendrán dos modalidades, cíclica, cuando se aprecie una situación macroeconómica que aconseje su adopción, y sectorial, cuando un determinado sector aprecie cambios que generen necesidades de recualificación. Los ertes gustan a sindicatos y patronal, pero, como todas las ayudas públicas, sirven para anestesiar a las empresas y reducir la iniciativa propia.
Como buena reforma histórica, antes de su entrada en vigor, nos daba “datos espectaculares” y, pese al “extraordinario” impacto de la reforma, España es el país con mayor tasa de desempleo de Europa, la Eurozona y la OCDE. Y, aunque Escrivá diga que esto lleva siendo así desde 1989, no es así. Pero todo marcha bien, y mejor va a ir con la entrada en vigor de la reforma laboral.