Renault ha arrancado, pues ha vuelto a beneficios al ganar 368 millones de euros en el primer semestre, frente a las pérdidas de 7.386 millones de hace un año. Es más, espera cerrar 2021 en positivo con un incremento de los números negros de casi el 3%, a pesar del Covid, la crisis de chips (que lastrará su producción en unas 200.000 unidades), y la subida del precio de las materias primas.
De cumplirse esta previsión sería una notable mejora para el grupo automovilístico francés que dirige Luca de Meo desde el 1 de enero de 2020, pues cerró el año pasado con unas pérdidas de 8.008 millones. En el primer semestre de este año, ha ganado 368 millones, algo en lo que ha contribuido Nissan con una aportación de 100 millones, frente a las pérdidas de 4.817 millones que entregó hace un año. Asimismo, Renault ha pisado el acelerador en el plan de ahorro de costes fijos en 2.000 millones, que acabará un año antes, pues ya va por 1.800 millones, y “los resultados son fruto de nuestro plan estratégico ‘Renaulution’ centrado en la rentabilidad”, ha explicado De Meo, que “sólo marcan el primer paso de nuestra recuperación, que debería acelerarse con la llegada de nuevos modelos (entre ellos, varios eléctricos, como las versiones nuevas de los icónicos Renault 4 y Renault 5)”.
Renault ha destacado la vuelta a beneficios, aunque aún le queda margen para mejorar e igualar el nivel que tenía hace dos años: ganancias de 1.048 millones. También ha aumentado la facturación un 26,8%, hasta 23.357 millones, y las ventas un 18,7%, a 1,422 millones de unidades, en el primer semestre, aunque aún son un 16,7% y un 24,2% inferiores, respectivamente, a las del mismo periodo de 2019. “Hemos superado una etapa importante de la recuperación de nuestro equilibrio financiero, sobre todo con nuestro free cash-flow, que vuelve a estar próximo al equilibrio en este semestre. Nuestra sólida posición de liquidez nos permite continuar con nuestra recuperación de forma serena”, ha referido Clotilde Delbos, directora financiera del grupo Renault.