Renfe tiene razones para estar contenta y en especial, su presidente, Isaías Táboas, que ha recibido una gran alegría tras las pérdidas semestrales (de casi 242 millones de euros). Y es que podrá elevar la internacionalización del operador ferroviario, pues el Ministerio de Hacienda ha autorizado la compra del 50% de la compañía checa Leo Express, la cual opera en varios países centroeuropeos.
Un movimiento que supone una oportunidad de negocio estratégica para Renfe, que busca alianzas y nuevas vías de negocio fuera de España. Así, el operador ferroviario podrá tener actividad en República Checa, Eslovaquia y Polonia, disponer de los recursos y licencias para acceder al mercado alemán (Leo Express opera desde 2017 para FlixTrain un servicio de larga distancia entre las ciudades de Berlín y Stuttgart) y acceder a las licitaciones en dichos países. Además, Renfe adquiere experiencia en intermodalidad tren-bus, pues Leo operaba antes de la crisis del Covid diversas conexiones por carretera en República Checa, Eslovaquia, Austria, Polonia y Ucrania, las cuales están ahora limitadas a servicios de tren en República Checa, Eslovaquia y Polonia.
Otras muestras de la internacionalización de Renfe se ven en el AVE a La Meca y al otro lado del océano Atlántico: allí construye la línea de alta velocidad entre Houston y Dallas en EEUU y también ha abierto una oficina en México para desarrollar el Tren Maya
En su plan estratégico, Renfe ha apostado por la internacionalización y el visto bueno de Hacienda le permitirá acceder a tres países que tienen todavía gran potencial de desarrollo de infraestructuras de transportes. Además, su desembarco en el centro y el este de Europa podría tener un efecto arrastre, facilitando el crecimiento de la actividad internacional de otras empresas españolas, especialmente relacionadas con la industria ferroviaria: por ejemplo, Talgo y CAF, aunque esta última no es nueva en la zona, pues se hizo con la empresa polaca de autobuses eléctricos Solaris en 2018 y el pasado junio se hizo con contratos en Alemania.
Claro que la internacionalización de Renfe también se ve en el AVE a La Meca y llega al otro lado del océano Atlántico: allí construye la línea de alta velocidad entre Houston y Dallas en EEUU y también ha abierto una oficina en México para desarrollar el Tren Maya. Eso sí, el pasado marzo le salió un gran rival en Canadá, EEUU y México, porque Canadian Pacific Railway y KSC se fusionaron. Y no se puede perder de vista que este proceso se ha impulsado con el inicio de la liberalización ferroviaria en España.
Paralelamente, miramos a las carreteras españolas. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha multado a 12 empresas (Acciona, ACS, OHL -hoy denominada OHLA-, Ferrovial, FCC y Sacyr, entre ellas, y algunas de sus filiales) con 61,28 millones de euros. ¿El motivo? Por actuar como cártel y alterar licitaciones de Fomento entre los años 2014 y 2018, periodo en el que ganaron concursos por 530 millones.