En estos días, Repsol continúa avanzando en su revolución tranquila, la cual se resume en no vender negocios estratégicos, aliarse con socios y caminar hacia la transición sin renunciar al petróleo, al gas y a la industria. Y lo hace no sólo en España, también fuera, por ejemplo a través de una fuerte apuesta por las energías renovables en Italia... o de un acuerdo para exportar gas de Venezuela a Europa junto a la petrolera italiana Eni.
Italia se ha convertido en uno de los focos de expansión internacional en renovables para la compañía multienergética que preside Antonio Brufau y que tiene como CEO a Josu Jon Imaz por el gran potencial para reforzar su posición en el mercado italiano, donde hasta ahora el mayor actor es Enel (energética que es propiedad en un 23,59% del Estado italiano y que a su vez es dueña del 70% de Endesa). Este foco en el país que gobierna Giorgia Meloni ha quedado claro con el reciente anuncio del desarrollo de 1.768 megavatios (MW) en su suelo -en concreto, 943 MW eólicos y 825 MW solares fotovoltaicos-, de los que más del 60% están en avanzado estado de tramitación, y que le supondrá una inversión de unos 500 millones de euros. Próximamente empezará a construir las dos primeras plantas fotovoltaicas, que tendrán 11 MW, en suelo italiano.
Repsol también apuesta por el petróleo: hace unos meses, compró el 20% de ocho pozos a Shell, en el Golfo de México; y algo antes quiso tener a un socio, pues vendió el 25% del negocio de exploración y producción al fondo estadounidense EIG
Parte de este gran desarrollo verde procede de la compra de 7.700 MW de activos renovables en desarrollo a Asterion, el mayor fondo de infraestructuras en Europa que dirige Jesús Olmos, por unos 580 millones de euros. De dichos activos, el 84% estaban en España, el 12% en Italia y el 4% restante en Francia. Recuerden que la compañía multienergética elevó sus objetivos y quiere llegar a 6.000 MW de capacidad instalada renovable en 2025 y a 20.000 MW en 2030, desde los más de 2.000 MW que tiene hoy.
Dentro de su revolución tranquila, Repsol no sólo apuesta por las energías verdes al comprar y desarrollar proyectos, sino que también se rodea de socios tanto en el negocio (vendió el 25% a la filial aseguradora de Crédit Agricole y al fondo suizo Energy Infraestructure Partners -EIP-) como en determinados activos (Delta y Valdesolar), e incluso ha forjado importantes alianzas (Telefónica, Crédit Agricole, Portobello, Orsted...). Asimismo apuesta por el petróleo, por ejemplo, compró el 20% de ocho pozos a Shell, en el Golfo de México; y vendió el 25% del negocio de exploración y producción al fondo estadounidense EIG. A esto se suma la apuesta por el gas, donde pronto podría tener nuevos avances, pues Venezuela podría dar a Repsol y a Eni licencias para exportar este hidrocarburo a Europa, algo que llevan siete años esperando, según declaraciones de Pedro Tellechea, ministro de Petróleo de dicho país y a su vez presidente de las compañías Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y Petroquímica de Venezuela S.A. (Petroquiven). Tellechea ha señalado que “en los próximos días terminaremos de negociar la licencia de exportación de GNL” y que la fecha de inicio de las exportaciones dependerá de la “velocidad de la inversión que desembolsen”. Si esto llega a buen puerto, la compañía española y la italiana retomarían su trabajo en el proyecto Cardón IV, duplicando su producción a 1.300 millones de pies cúbicos de gas.
Y en paralelo, se ha conocido que el fondo Millennium Group tiene una participación del 1,036% en el capital, colocándose tras BlackRock (5,475%) y Norges Bank (3,25%). Todo esto cuando apenas queda una semana para que se celebre la Junta de Accionistas, donde entre otros acuerdos, se votarán las reelecciones de Brufau y de Imaz por otros cuatro años. Y por cierto, los avances en la revolución tranquila han gustado a la bolsa, pues este jueves la cotización sube casi un 1%, algo que está bastante bien, teniendo en cuenta que el Ibex ha estado muy plano (+0,02%) y que la acción de la multienergética acumula un descenso de casi el 12% desde el pasado enero por el abaratamiento del petróleo (el barril de Brent ya está en 76 dólares), como se vio en sus últimos resultados, y que también están notando en otras compañías del sector, como: Galp (-16,6%), Equinor (-16%) o Chevron (-12,7%).