Repsol ha publicado sus resultados a nivel consolidado del primer semestre de 2021, un periodo en el que nos menciona en su presentación que ha tenido un sólido desempeño de todos los segmentos de negocio, veamos si es verdad. Esperamos pues buenas noticias, nos gustan los hidrocarburos, aunque solo sea por darle la “lata” a nuestro “querido” Gobierno y su divertida Agenda 2030. La situación en bolsa del grupo tras la publicación de sus resultados ha aumentado intradía en la misma línea del Ibex 35, índice del que el grupo forma parte. Tras el significativo aumento de la cotización del grupo en un 1,67% el día de ayer respecto al día anterior, situándose en los 9,596 euros, el precio de la acción de Repsol se ha situado en el momento de la realización de este artículo en 9,648 euros, lo que supone un incremento de 0,05 euros intradía en términos absolutos y un 0,52% en términos relativos. Por otro lado, el índice Ibex 35 ha aumentado desde el cierre de la sesión de ayer hasta este momento en 0,82%.
El resultado neto acumulado del grupo hasta el segundo trimestre de 2021 ha sido superior en 3.719 millones de euros (M€) al del mismo periodo de hace un año, lo que significa un incremento porcentual incalculable, ya que Repsol ha pasado de tener un resultado neto en el primer semestre de 2020 negativo de 2.484M€ a uno neto positivo de 1.235M€. Pero bueno, vamos a explicarlo todo, tampoco queremos dejar mal al grupo sin más explicación. El resultado neto de Repsol del primer semestre de 2020 vino afectado principalmente por un reconocimiento negativo en la partida de efecto patrimonial de 1.088M€ y, sobre todo, por un reconocimiento negativo en la partida de resultado específico de 1.585M€. Ya dijimos en anteriores artículos que el efecto patrimonial incluye ajustes del grupo sobre las existencias y, por otro lado, el resultado específico incluye costes derivados de actualización de provisiones y acciones de reestructuración de plantilla. Es decir, ambas son partidas de gastos excepcionales originadas por la pandemia. Por ello, preferimos utilizar a efectos comparativos el resultado neto ajustado del grupo que excluye dichos conceptos y, que dadas las cifras anteriores, parece más coherente a efectos comparativos entre períodos. El resultado neto ajustado de Repsol del primer semestre ha sido de 959M€, frente al negativo de 189M€ de hace un año, lo que supone un crecimiento en términos relativos de un 407,4%.
La facturación del grupo en este primer semestre ha ascendido en un 25,8%, pasando de 16.488M€ a 20.742M€
La facturación del grupo, ingresos, en este primer semestre ha ascendido en un 25,8%, pasando de 16.488M€ a 20.742M€. Vayamos ahora con la capacidad de generar recursos del grupo medida a través del indicador Ebitda. La compañía multienergética que preside Antonio Brufau y tiene como CEO a Josu Jon Imaz ha obtenido un Ebitda en el período de 3.635M€, un 517,1% superior al del primer semestre de 2020, es decir, ha mejorado sobremanera su capacidad para generar recursos. El principal incremento entre períodos de la cifra se debe a, entre otras cosas, que el Ebitda del segmento exploración y producción ha aumentado en un 86,7% entre periodos y que el Ebitda del segmento de negocio industrial ha pasado de ser negativo de 670M€ en el primer semestre de 2020 a ser positivo en 1.355M€ en el primer semestre de este año.
Repsol ha originado un flujo de caja de las operaciones muy superior al generado hace un año, pasando de 617M€ a 1.540M€, y ha reducido sobremanera sus desinversiones, pasando de 3.149M€ a 455M€
Finalmente, toca tratar de manera breve de la capacidad de generar liquidez, analizada a través del estado de flujos de efectivo: Repsol ha descendido su efectivo y equivalentes al efectivo en 371M€. Que un grupo aumente o disminuya su caja entre períodos no quiere decir que sea bueno o malo por sí mismo, lo importante es el detalle de dónde viene esa caja y a qué se dedica. En el primer semestre, Repsol ha originado un flujo de caja de las operaciones muy superior al generado hace un año, pasando de 617M€ a 1.540M€. A diferencia del primer semestre de 2020, en este período el grupo ha reducido sobremanera sus desinversiones, pasando de 3.149M€ a 455M€, lo que ha provocado que en el primer semestre de 2021, haya obtenido un flujo de actividades de inversión negativo. Respecto, al flujo de efectivo de actividades de financiación del grupo, este sigue en su empeño incesante de amortizar deuda, habiendo generado un flujo de caja de estas actividades de -22M€.
Conclusión: Repsol sigue su escalada en bolsa y de la cifra de su resultado emprendida en 2021 de manera comparativa con el año anterior. Además, sigue generando, como cada vez que analizamos trimestralmente sus estados financieros, mayor liquidez procedente de sus actividades de explotación o recurrentes y sigue amortizando deuda período tras período, lo que nos pone de muy buen humor.