Repsol ha tenido un primer semestre algo peor que el de la petrolera portuguesa Galp, pese al incremento del precio del petróleo (el barril de Brent -de referencia en Europa- ha pasado de 79,7 dólares a 84,1, lo que supone un alza del 5,5%). Y así se puede ver en que su beneficio ha notado el contexto de los bajos precios del gas y los menores márgenes de refino, eso sí, la deuda neta ha crecido debido a las inversiones, el programa de recompra de acciones y los nuevos contratos de arrendamientos. Y este es uno de los motivos que ha llevado a anunciar el inicio de la rotación de activos en EEUU, lo que se traduce en ventas y búsqueda de un socio con una participación cercana al 50%, según ha explicado el CEO, Josu Jon Imaz, en la conferencia con los analistas.

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Esto supone un movimiento en línea con la tendencia del sector en energías verdes, que se suele caracterizar por vender el 49% de activos y mantener el control. Eso sí, al mismo tiempo, la compañía multienergética busca crecer al otro lado del océano Atlántico en energías renovables, pues negociará hacerse con el 60% de Hecate Energy que no controla. Recuerden que fue en mayo de 2021, cuando aterrizó en el negocio renovables estadounidense, aprovechando la política ‘verde’ de Joe Biden, y compró el 40% de Hecate Energy. Además, de esta compañía, Repsol ha destacado que ha cerrado la compra del promotor de proyectos de energías renovables ConnectGen y ha completado la construcción de su mayor planta solar fotovoltaica hasta la fecha y que se denomina Frye.

Poor negocios, el resultado neto ajustado se desglosa en: 869 millones (-1,7%) en Exploración y Producción; 1.019 millones (-37,2%) en Industrial, 314 millones (+2,5%) en Cliente, -5 millones en Generación Baja en Carbono frente a los 46 millones del primer semestre de 2023

Vayamos a los resultados. Repsol ha mantenido los ingresos de sus actividades ordinarias en el segundo trimestre en una cifra similar a la del mismo periodo de 2023, y en el conjunto del primer semestre, ha logrado un ligero incremento, pasando de 29.778 millones de euros a 30.822 millones.

Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) de la compañía que presidee Antonio Brufau y dirige Josu Jon Imaz ha descendido un 3,7%, a 4.144 millones; y el ebitda a coste de reposición (CCS) lo ha hecho en mayor proporción (-14,5%), a 4.259 millones. El resultado neto ha aumentado un 14,5%, a 1.626 millones, pese al abaratamiento del gas y los menores márgenes de refino. Esto se ha notado mucho más en el resultado neto ajustado (el que mide específicamente la marcha de los negocios), que ha bajado un 21,8%, hasta 2.126 millones, y por negocios se ha desglosado en: 869 millones (-1,7%) en Exploración y Producción (denominado upstream en el argot petrolero); 1.019 millones (-37,2%) en Industrial, 314 millones (+2,5%) en Cliente, -5 millones en Generación Baja en Carbono frente a los 46 millones del primer semestre de 2023.

Imaz insiste en que hay motivos para pensar que el impuestazo “está empezando a ser cosa del pasado”. Además, confirma que están trabajando en fórmulas, incluida una posible fusión o una transacción inorgánica con otros, para mejorar su negocio de Exploración y Producción en el Mar del Norte

El flujo de caja de las operaciones ha caído un 35,1%, situándose en 2.287 millones, debido a la salida de dinero para comprar el 49% que no poseía de Repsol Resources UK y el acuerdo para cerrar un procedimiento arbitral que tenía con Sinopec. Sin estos dos aspectos extraordinarios, el flujo de caja operativo habría crecido en el segundo trimestre.

Por su parte, las inversiones orgánicas se han disparado un 30,7%, pasando de 2.221 millones a 2.903 millones; y las inorgánicas se han mantenido bastante estables (-0,4%), situándose en 823 millones. Estas inversiones, así como el programa de recompra de acciones (que sirve para mejorar la remuneración al accionista, junto al dividendo) y los nuevos contratos de arrendamientos han llevado a aumentar la deuda neta a 4.595 millones, frente a los 797 millones en que cerró el primer semestre de 2023 y los 3.901 millones del pasado 31 de marzo.

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En la conferencia con analistas, Imaz no sólo ha hablado del inicio de la rotación de activos renovables en EEUU, sino también del impuestazo energético que el Gobierno quiere convertir en permanente... aunque el rechazo al techo de gasto (primer paso para elaborar los Presupuestos de 2025) en el Pleno del Congreso de los Diputados el pasado martes 23 dilata un poco el proceso. El CEO de Repsol ha insistido en que hay motivos para pensar que el impuestazo energético y el de la banca “está empezando a ser cosa del pasado” y en que se trata de un impuesto “injusto e ilegal” que será revertido en la vía judicial (recuerden que las energéticas lo han recurrido). Asimismo, Imaz ha confirmado que están trabajando en fórmulas, incluida una posible fusión o una transacción inorgánica con otros, para mejorar su negocio de Exploración y Producción en el Mar del Norte

En 2024, entre la retribución en efectivo y las recompras y amortizaciones de acciones ya ejecutadas, ha destinado 1.700 millones a remunerar a sus accionistas

Y los accionistas tienen motivos para estar contentos, porque el Consejo de Administración ha aprobado la recompra y amortización de 20 millones de acciones, que se suman a los 40 millones de acciones propias ya amortizadas durante este ejercicio. Repsol ha aumentado aproximadamente un 30% la remuneración en efectivo a los accionistas en 2024, en cumplimiento de su objetivo de 1.095 millones; y entre la retribución en efectivo y las recompras y amortizaciones de acciones ya ejecutadas, ha destinado 1.700 millones a remunerar a sus accionistas. Y esto puede haber influido en la cotización de Repsol: a hora y media del cierre de sesión desciende un 0,23%, ligeramente por encima del Ibex 35 (-0,15%), en una jornada un tanto volátil en el selectivo español y en sus componentes. 

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En paralelo, la compañía energética ha comenzado a producir combustibles 100% renovables a escala industrial en la primera planta de la Península Ibérica (situada en Cartagena) y ha multiplicado por cinco los puntos de suministro de estos productos, pasando de 60 a 350 estaciones de servicio en lo que va de año. También ha aumentado un 47% el volumen de energía eléctrica comercializada, hasta alcanzar 3.130 gigavatios-hora (GWh) y ya cuenta con 2,4 millones de clientes de electricidad y gas en España y Portugal, un 9% más que al cierre de 2023, situándose como el cuarto operador español. En capacidad instalada renovable, también hay buenas noticias, con un fuerte incremento del 54,6%, alcanzando los 3.118 mevavatios (MW), principalmente por la puesta en marcha en España de Sigma (204 MW) y de Frye (637 MW) en EEUU, y tiene una cartera de proyectos de 60.000 MW en desarrollo. Además, en clientes digitales sigue al alza, y los de la aplicación Waylet han ascendido a 8,6 millones.