Repsol quiere ser líder en producir hidrógeno renovable en la Península Ibérica, “una apuesta estratégica”, en palabras de Tomás Malango, director de Hidrógeno de la compañía, en la rueda de prensa celebrada este jueves. Y para ello ha anunciado una inversión de 2.549 millones de euros hasta 2030 y también contará con socios.
El último en conocerse, hasta ahora, ha sido Energías de Portugal (EDP) -que tiene como principal accionista a los chinos de CTG-. Repsol y EDP han llegado a un acuerdo para poner en marcha tres proyectos de hidrógeno renovable en Asturias, País Vasco y Sines (Portugal). Además, recientemente se ha conocido que en esta última ciudad, Repsol invertirá 657 millones para ampliar el complejo industrial que allí tiene con la construcción de dos nuevas plantas, un proyecto que el gobierno luso ha considerado de Potencial Interés Nacional otorgando incentivos fiscales a la inversión por hasta 63 millones.
Repsol es el primer productor y consumidor de hidrógeno de España: produce el 57% del hidrógeno total que consume nuestro país, que alcanza las 630.000 toneladas al año: lo que supone cerca de 360.000 toneladas
Actualmente, Repsol es el primer productor y consumidor de hidrógeno de España, y lo lleva utilizando desde hace décadas, por lo que cuenta con una gran experiencia en toda su cadena de valor. De hecho, produce el 57% del hidrógeno total que consume nuestro país, que alcanza las 630.000 toneladas al año: lo que supone cerca de 360.000 toneladas.
Conviene destacar que hay varios tipos de hidrógeno y los principales son: el convencional/gris, que se obtiene del reformado de gas natural y emite CO2; el de bajas emisiones/azul, en cuya producción se captura el CO2 y se almacena o se le da un segundo uso, reduciendo las emisiones entre un 60 y un 90%; y el renovable/verde, cuya producción no emite CO2 y se hace a través de energías renovables (con procesos como la electrólisis, que rompe con energía verde las moléculas de agua, o la fotoelectrocatálisis, que sólo usa energía solar). Claro que también hay otros tipos menos desarrollados hasta ahora que se obtienen al sustituir el gas natural por un biogás en el proceso del hidrógeno convencional o a través de la energía nuclear. Además, hay diferencias de coste entre los tipos principales: el convencional cuesta unos 1,5 euros por kilo; el azul, unos 2,5 euros/kilo; y el verde, unos 3,5 euros/kilo, de los que el 75% pertenece al coste de la energía para producirlo. Eso sí, Malango está convencido de que se va hacia “una convergencia de costes entre los tres tipos”, esperando que la tecnología de producción mejore y se abaraten los costes.
La compañía multienergética que preside Antonio Brufau y tiene como CEO a Josu Jon Imaz aspira a tener en hidrógeno una capacidad equivalente a 552 megavatios (MW) en 2025 y 1.900 MW en 2030
La compañía que preside Antonio Brufau y que tiene como CEO a Josu Jon Imaz no sólo aspira a ser líder en producción de hidrógeno renovable en la Península Ibérica, sino a jugar un papel de liderazgo en Europa. Asimismo, busca que el hidrógeno sea una palanca clave para transformar sus complejos industriales multienergéticos y aspira a tener una capacidad equivalente a 552 megavatios (MW) en 2025 y 1.900 MW en 2030. Y es que Europa supone el 10% del mercado mundial de hidrógeno, lo que se traduce en unos 8.500 millones de euros y unas 6,5 millones de toneladas, y España representa el 10% del mercado europeo.
Desde Repsol se subraya que el hidrógeno tiene fundamentalmente aplicación en la industria, sobre todo en el refino (acapara el 89%) para producir combustibles y ayudar a descarbonizar el transporte (especialmente la aviación, el transporte marítimo y el vehículo pesado), así como en la producción de fertilizantes. Asimismo, Malango ha destacado que hay voluntad política de apostar por dicha tecnología, aunque aún falte regulación y también se necesiten ayudas, entre los mecanismos de financiación.