Este jueves, el grupo financiero gallego Abanca ha publicado sus resultados del primer semestre. Como breve adelanto, el grupo ha mejorado su cifra de beneficio atribuido a la sociedad dominante respecto al mismo periodo del año anterior. El resultado del primer semestre de Abanca hasta junio ha sido superior, en un importante porcentaje, más aún con la situación de pandemia que aún está presente en nuestro país, en un 18% en relación con la misma cifra de hace un año, siguiendo así la tendencia ascendente de su resultado vista en períodos anteriores. Así, el grupo ha publicado un beneficio atribuido a la sociedad dominante en el semestre de 157 millones de euros (M€), 24M€ más que en el mismo semestre de 2020.
El incremento del resultado de Abanca entre períodos se debe de nuevo, principalmente, al importante descenso de la partida de provisiones y deterioros. En concreto, esta ha bajado en un 35% respecto al mismo semestre del año pasado, hasta situarse en los 76,4M€. Nos gusta que cada vez más, conforme la situación de la pandemia se va diluyendo, que los principales grupos empresariales de nuestro país vayan reduciendo su reconocimiento de provisiones y deterioros, siendo un indicativo de que poco a poco, pese a la existencia de nuestro “querido” Gobierno, al menos en lo económico, vamos saliendo del “pozo”.
Las dotaciones de crédito, las más importantes del grupo, han descendido en el primer semestre en un 49,8% respecto al mismo periodo del año pasado
Su margen de intereses ha aumentado en un 11,1% respecto a la cifra del mismo semestre de 2020, estableciéndose en 333,6M€. No ha ocurrido de igual manera en lo que se refiere a la variación interanual del margen bruto de Abanca, que ha sufrido un decremento del 9,2%, cifra que incluye el margen de intereses más el resultado de operaciones financieras, situándose en los 564,9M€. Sin embargo, como adelantábamos, el menor reconocimiento de deterioros por parte del grupo en igual comparativa, ha mejorado su resultado hasta junio, en iguales términos comparativos. Las dotaciones de crédito, las más importantes del grupo, han descendido entre períodos en un 49,8%.
Vayamos con la solvencia y liquidez del grupo financiero gallego que preside el venezolano Juan Carlos Escotet, pocas sorpresas. El grupo ha reforzado su solvencia en este primer semestre en comparación con el mismo de 2020, siguiendo así la senda observada en períodos anteriores. La principal ratio de solvencia, CET1 (Common Equity Tier 1), se ha incrementado en un 0,2%, pasando de un 13% a un 13,2%. Sobre la liquidez, Abanca informa de que sus ratios de liquidez (LCR y NSFR) cumplen la vigente normativa de Basilea III: el LCR ha sido de un 258% y su ratio de NSFR se ha situado en un 131%.
La ratio de morosidad de Abanca ha mejorado, siendo del 1,9%. Así, presume de seguir siendo el grupo financiero con menor ratio de morosidad del sistema financiero español
Tranquilos, no nos olvidamos de los morosos, ya saben de nuestro interés por esta ratio tras la crisis económico-financiera de 2008. La ratio de morosidad de Abanca en el primer semestre ha mejorado respecto al mismo período de 2020, siendo del 1,9%. El grupo recalca en la presentación de sus resultados que sigue siendo el grupo financiero con menor ratio de morosidad del sistema financiero español, teniendo el siguiente grupo financiero en la lista una ratio de morosidad del 2,2%, 0,3% superior a la de Abanca en el semestre. La bondad de la ratio de morosidad de Abanca junto con su ratio de cobertura de activos dudosos, del 83,8% en el semestre, son factores clave en la fortaleza del grupo.
Como conclusión sobre los resultados del primer semestre de Abanca en 2021, volvemos a reiterar que la mejoría de su resultado, al igual que ocurría en la comparativa de la cifra del primer trimestre, ha venido provocada principalmente por el menor reconocimiento de deterioros de crédito, con un descenso de la cifra del 49,8%. Parece que poco a poco los grupos financieros van saliendo de la “losa” de la pandemia y comienzan a operar con relativa normalidad, tal y como muestra el menor reconocimiento de provisiones y deterioros reflejado en sus estados financieros.