Nos vamos acercando a la finalización de las presentaciones de los resultados del primer trimestre del ejercicio de las grandes corporaciones del Ibex 35, y este martes comparece Endesa, la compañía energética que en estos últimos días ha venido siendo noticia por la posible sustitución de su CEO, José Bogas. Tal situación podría darse como consecuencia de la renovación en la dirección su matriz italiana, Enel, con la llegada del gobierno de Giorgia Meloni, que propiciará la salida de su valedor, Francesco Starace, a quien sustituirá Flavio Cattaneo como CEO de Enel previsiblemente a partir del 10 de mayo (cuando la energética italiana celebra su junta de accionistas).
Pero vayamos por cifras ya que Endesa ha obtenido en este primer trimestre 594 millones de euros (M€) de resultado neto, lo que supone un 75,7% más que en el mismo periodo del pasado ejercicio. Todo ello, a pesar de los 208M€ registrados en el presente por la tasa fiscal “confiscatoria” del 1,2% sobre los ingresos brutos de las compañías energéticas decretado por el Gobierno.
Los ingresos por ventas se han visto reducidos en un 1,2%, hasta los 7.504M€, con un descenso por volúmenes en magnitudes operativas del 0,5% en electricidad, en especial en el mercado regulado (-17,2%), mientras que el mercado liberalizado creció un 2,1%; y las ventas de gas han crecido un 7,8%. El total de la energía eléctrica distribuida ha aumentado un 2,5%, hasta los 33.327 GWh. El reflejo en la cuenta de resultados de la bajada de ventas de electricidad en 740M€ (-14,1%) se ha visto compensado por el incremento de 506M€ (+31,7%) en las de gas.
El reflejo en la cuenta de resultados de la bajada de ventas de electricidad en 740M€ (-14,1%) se ha visto compensado por el incremento de 506M€ (+31,7%) en las de gas
El total de costes de explotación se ha situado en 6.514M€, un 8,3% inferior al registrado en el ejercicio precedente, porque la relajación en los precios en el mercado mayorista de la electricidad en un 58%, las menores compras en un 4,3% y la reducción en un 45,4% del precio medio del gas han reducido los costes por compras de energía en un 36,4%, hasta los 2.254M€. Los consumos de combustibles se han reducido en un 12,0%, como consecuencia de la mayor aportación de los ciclos renovables y los gastos de transportes han bajado en un 24,3%.
Dentro de la partida otros aprovisionamientos y servicios, 910M€ (+74%), se encuentran: los 208M€ del nuevo gravamen energético, 7M€ del impuesto medioambiental catalán, 10M€ de cánones hidráulicos, 77M€ del bono social y 41M€ de otros cánones ambientales. Estos costes de gravámenes suponen el 16,94% del margen de contribución, que asciende a 2.025M€ (+39,1%), y que además registra -741M€ por derivados de materias energéticas, 616M€ de coste superior al pasado ejercicio.
Los costes también han crecido en términos de entre el 4,9 y el 3,7% para los de personal y fijos, debido al crecimiento de la inflación, por lo que el resultado bruto de explotación (ebitda) trimestral se ha disparado un 60%, logrando 1.462M€ de generación de caja operativa.
Las amortizaciones se han incrementado un 9,2%, mientras los deterioros por contratos de clientes lo han hecho un 31,4%, hasta los 46M€, y el resultado explotación ha crecido un 102,5%, hasta los 990M€.
La deuda financiera bruta al cierre del trimestre ha ascendido a 16.881M€, con una vida media de 3,2 años y con un 42,3% de ella aún a tipo variable y de la que un 33% vence en este mismo ejercicio
El resultado financiero ha sido de -123M€, 100M€ superior al ejercicio precedente a pesar de la reducción de la deuda financiera bruta en un 8,7%. Además, el incremento de los tipos de interés ha elevado el gasto financiero en un 210%, situándolo en 155M€ en el trimestre, mientras que los ingresos se han reducido en un 81,6% hasta los 9M€.
La deuda financiera bruta al cierre del trimestre ha ascendido a 16.881M€, con una vida media de 3,2 años y con un 42,3% de ella aún a tipo variable y de la que un 33% vence en este mismo ejercicio. La deuda financiera neta es de 11.591M€. El apalancamiento de la compañía desciende al 158,7%, siendo 30 puntos básicos (p.b.) inferior al ejercicio anterior.
La liquidez se ha visto incrementada en un 17,3% y se sitúa al cierre del trimestre en 1.022M€, habiendo amortizado 450M€ del préstamo recibido en el pasado ejercicio de la matriz, Enel, y habiendo destinado también 410M€ a inversiones, un 1,5% más que en el primer trimestre del 2022.
La proyección de futuro en el aspecto comercial es buena en cuanto a su producción, pues según manifiesta ya tiene al 100% la del presente ejercicio y el 87% de la del próximo. El único peligro puede estar dentro de la propia compañía y en los jaleos en los que le puede meter su propia matriz en Italia si entrase en batallas políticas por la dirección en España. Ya saben eso de que más vale lo bueno conocido…
La prueba puede ser que, a pesar del resultado obtenido, la cotización al cierre del articulo pierde un 2% del valor de apertura, tres veces más que el Ibex. Eso sí, en la conferencia con analistas, Bogas ha señalado que confía en cerrar 2023 en la parte alta de los objetivos para el ejercicio, tras un primer trimestre “extraordinario” que prevé que se normalice en lo que resta de año. Mientras la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, ante tales resultados ha insistido en la conveniencia de “estar muy encima de las empresas” y ha apelado a las energéticas a formar parte de la “respuesta responsable”, en una entrevista en TV3... esperemos que no esté pensando en más impuestos...