A cierre de mercado del día 27, hora muy poco habitual para la presentación de resultados, aunque no para Endesa que de vez en cuando opta por este horario, se han conocido sus cifras del primer semestre. Y parece que al mercado no le han gustado, porque su cotización cae este jueves 28 más de un 4%... con un Ibex también en rojo (-1,33%).
El entorno para una eléctrica como la dirigida por José Bogas se ha vuelto realmente complicado, como consecuencia de la situación bélica entre Ucrania y Rusia. El chantaje político ejercido con los compromisos en el suministro de energías, en especial de gas, se ha convertido en una peligrosa debilidad para los países energéticamente dependientes de estas materias y para empresas energéticas que han basado en el trading su estrategia comercial esta se está viniendo abajo. Y es que vender una energía con un margen de comercialización es un mal negocio porque nadie te va a comprar pero la alternativa de producir con una estructura de trading parece ser que a Endesa no le funciona. Y nos remitimos a las pruebas, ya que el resultado neto atribuido obtenido en el semestre ha sido de 916 millones de euros (M€), un 10,1% superior al del mismo periodo de 2021, pero ojo, porque en estos resultados se han contabilizado extraordinarios de 182M€ por la venta de su negocio de movilidad eléctrica (Endesa X Way) a su matriz, la energética italiana Enel; y sin esta operación, el beneficio neto ordinario hubiese caído un 11,8% interanual, hasta los 7M€.
Doble pirueta la de la compañía que dirige Bogas. Mantiene en el grupo la participación pues la traspasa a la matriz, y se asegura la cuota de dividendos para el accionista mayoritario (la propia Enel), que percibirá el 70% del beneficio ordinario engordado con esta plusvalía.
El resultado neto atribuido ha sido de 916M€, un 10,1% superior, pero ojo, por los extraordinarios de 182M€ al vender su negocio de movilidad eléctrica (Endesa X Way) a su matriz (Enel). Sin esta operación, el beneficio neto ordinario hubiese caído un 11,8%, hasta los 7M€
Pero vamos a ver cómo el modelo de vender más energía de la que produces puede colapsar en una situación como la actual. Los ingresos han ascendido a 14.851M€, lo que representa un crecimiento del 64,4%. Las ventas de electricidad, que significan el 70,4% del total de las ventas, han crecido un 39,65%; mientras que las ventas de gas se han situado en 2.900M€, siendo el 19,7% de las ventas totales y con un crecimiento del 60,4%. Solo significar que el megavatio hora (MWh) del gas ha pasado de los 23 euros (€) de promedio en el 2021 a los 93,3€ de promedio en el 2022, con un pico de 240€ a primeros de marzo del presente ejercicio, mientras que los precios medios del pool eléctrico eran de 59€ MWh el 2021 y de 206€ en el presente ejercicio y la demanda energética española solo ha bajado en un 1,8% respecto al pasado ejercicio. Comprenderán que con estas cifras el modelo de Endesa es muy rentable en tiempos de precios de recorrido muy corto, pero en situaciones como estas, que además se agravan por una pertinaz sequía que no permite la generación hidráulica, las limitaciones gubernamentales a las tarifas de hogares y las limitaciones a la producción nuclear por no considerarla renovable, la cuenta de resultados de este ejercicio solo la van a salvar las coberturas de futuros. Los aprovisionamientos, lógicamente, han crecido en un 74,9%, hasta los 10.956M€, donde solo las compras de energía (6.545M€) han significado un crecimiento del 167,5% y las pérdidas por derivados han sido de 923M€ mientras que en el 2021 fueron 79M€ de beneficios.
El margen de contribución ha ascendido a 2.972M€, tras aumentar un 4,4% interanual. Los costes de explotación se han reducido en 184M€, lo que supone un 23,0% menos, y el resultado de explotación ha sido de 1.316M€, +20,3% interanual.
La deuda financiera neta se ha situado en 10.275M€, de la que el 30,7% vence a corto plazo. El apalancamiento pasa del 158,84% al 238,9%, y la política de dividendos es la principal razón. Y el ratio de endeudamiento ha crecido al 70,49%
La deuda financiera neta se ha situado en 10.275M€, de la que el 30,7% vence a corto plazo, mientras que en el pasado ejercicio ascendía a 8.806M€. Habiendo crecido el apalancamiento del 158,84% (que tenía al cierre de 2021) al 238,9%, la política de dividendos de la compañía es la principal razón de estas cifras. El ratio de endeudamiento ha crecido al 70,49% desde el 61,37%, la actual coyuntura está siendo capital para estas cifras, junto a la ya histórica razón de los pagos de dividendos y el crecimiento de las inversiones netas en un 8,8%, hasta los 869M€
Sobre la controvertida cuestión del nuevo impuesto que anunció el Gobierno para las empresas del sector energético y cuya recaudación ascendería a unos 7.000M€ en dos años, Bogas ha declarado estar pendiente de conocer los detalles. Al igual que Ignacio S. Galán en el caso de Iberdrola, defendió que Endesa no está obteniendo beneficios extraordinarios de la situación actual, destacando la autosuficiencia energética del continente como única vía razonable a medio y largo plazo. La verdad es que no se necesita mucho sentido común para este razonamiento, el problema es ¿cómo conseguirlo con la dependencia que tenemos del gas de terceros países, que son avisperos que encima vamos pateando?
Asimismo, Bogas se refirió al tope ibérico, estimando que es entra dentro de “medidas particulares” que mitigan la subida de precios, pero subrayó que estas “no solucionan el problema de fondo: el elevado precio del gas”.