Repsol ha publicado de buena mañana sus resultados a nivel consolidado hasta el tercer trimestre de 2021, un trimestre en el que el grupo nos menciona en su presentación que ha mejorado mucho su resultado neto desde el mismo periodo de 2020. Veamos si es verdad. Esperamos pues buenas noticias, ya saben de nuestro afán por los hidrocarburos, no estamos a favor de la contaminación no nos malinterpreten, pero somos disidentes por naturaleza y si con su fomento le buscamos las cosquillas a nuestro “querido Gobierno”, pues mucho mejor.
Nuestro gozo en un pozo respecto al impacto de los resultados de la compañía multienergética que presidente Antonio Brufau y que tiene como CEO a Josu Jon Imaz en su precio de cotización. La situación en bolsa de Repsol tras la publicación de sus resultados ha disminuido intradía muy por encima que el Ibex 35: el precio de la acción caía más de un 3%, hasta los 11,04 euros, respecto al cierre de la sesión del miércoles, mientras el selectivo español subía un 0,09%. Un descenso que se debe más al contexto del sector, pues otras petroleras también bajan este jueves (Equinor lo hace más de un 2%; Shell y BP, más de un 1%; Eni, un1%; TotalEnergies, un 0,54%; y Galp, un 0,07%) que a las cifras presentadas, aunque por tamaño estos cambios suelen ser más abruptos en compañías como la española, que, eso sí, acumula una revalorización bursátil del 40% en lo que va de año.
Repsol cae en bolsa más de un 3%, por el contexto del sector más que por los resultados: Equinor baja más de un 2%; Shell y BP, más de un 1%; Eni, un1%; TotalEnergies, un 0,54%; y Galp, un 0,07%. Eso sí, acumula una revalorización bursátil del 40% en lo que va de año
El resultado neto acumulado del grupo hasta el tercer trimestre de 2021 ha alcanzado los 1.939 millones de euros (M€), cifra superior en 4.517M€ a la acumulada hasta el tercer trimestre de 2020. Esto significa un incremento porcentual incalculable, ya que Repsol ha pasado de tener un resultado neto negativo de -2.578M€ a uno positivo de 1.939M€. Pero bueno, vamos a explicarlo todo, porque tampoco es oro todo lo que reluce.
El resultado neto del tercer trimestre de 2020 vino afectado principalmente por un reconocimiento negativo en la partida de efecto patrimonial de -1.048M€ y, sobre todo, por un reconocimiento negativo en la partida de resultado específico de -1.585M€. Este efecto patrimonial incluye ajustes del grupo sobre las existencias y, por otro lado, el resultado específico incluye costes derivados de actualización de provisiones y reestructuración de plantilla. Es decir, ambas son partidas de gastos excepcionales originadas por la pandemia. Por ello, preferimos utilizar a efectos comparativos el resultado neto ajustado del grupo que excluye dichos conceptos y, que dado el motivo de las cifras anteriores, parece más coherente a efectos comparativos entre períodos. El resultado neto ajustado de Repsol acumulado en los nueve primeros meses de 2021 ha sido de 1.582M€, frente al de hace un año de 196M€, lo que supone un crecimiento, nada despreciable, de la cifra en términos relativos de un 707,14%.
El resultado neto pasa de -2.578M€ a uno positivo de 1.939M€ y el neto ajustado (sin los gastos excepcionales por la pandemia) pasa de 196M€ a 1.582M€ (+707,14%)
La facturación del grupo, ingresos, hasta el tercer trimestre ha ascendido en un 38,18% respecto al mismo trimestre de 2020, pasando de 25.993M€ a 35.918 M€. Viéndose este incremento interanual de la cifra de ingresos reflejado sobremanera en la capacidad de generar recursos del grupo, medida a través del indicador Ebitda, lo que denota el buen hacer del grupo en relación con la gestión de sus gastos de explotación en el período. En concreto, Repsol ha obtenido un Ebitda acumulado durante los tres primeros trimestres de 2021 de 5.586M€, un 279,7% superior al del cierre del tercer trimestre de 2020. El principal incremento entre períodos de la cifra se debe a, entre otras cosas, que el Ebitda del segmento exploración y producción ha aumentado en un 102,28% y que el Ebitda del segmento de negocio industrial ha pasado de ser negativo de 524 M€ a ser positivo en 1.824 M€, en iguales términos comparativos.
Finalmente toca tratar de manera breve la capacidad de generar liquidez de la compañía multienergética, analizada a través del estado de flujos de efectivo. El grupo ha aumentado su caja -efectivo y equivalentes al efectivo- acumulada a cierre del tercer trimestre de 2021 respecto a la del mismo periodo del año anterior. En concreto, ha pasado de 5.222M€ a 5.904M€, lo que supone un incremento en términos absolutos de 682M€ y en términos relativos del 13,06%. Que un grupo aumente o disminuya su caja entre períodos no quiere decir que sea bueno o malo por sí mismo, lo importante es el detalle de dónde viene esa caja y a qué se dedica.
La facturación asciende un 38,18%, a 35.918 M€, y el Ebitda se dispara un 279,7%, hasta 5.586M€, lo que denota el buen hacer del grupo en relación con la gestión de sus gastos de explotación en el período
Repsol, hasta el tercer trimestre de este año ha originado un flujo de caja de las operaciones muy superior al generado hace un año, pasando de 2.222M€ a 3.371M€. A diferencia del tercer trimestre de 2020, en este período el grupo ha reducido sobremanera sus desinversiones, pasando de obtener cobros por 831M€ a 178M€, lo que ha provocado principalmente que en el tercer trimestre de 2021, el grupo haya obtenido un flujo de actividades de inversión negativo. Respecto, al flujo de efectivo de actividades de financiación, el grupo sigue en su empeño incesante de amortizar deuda, habiendo generado un flujo de caja de estas actividades inferior en 646M€ entre períodos.
Conclusión: el resultado del grupo Repsol, tanto ajustado como no ajustado, sigue en su escalada particular a medida que avanza el 2021 si comparamos con sus cifras de 2020. Una pena para sus accionistas que el mercado no vea bondad en ello: el descenso en bolsa empeza siendo del 4% y después pasaba a ser del 3,7% desde el cierre de la sesión de ayer así lo refleja. Y eso que ha anunciado una mejora del programa del dividendo del 5%, esperado por el consenso de analistas, y realizarán una amortización de 75 millones de acciones en los próximos meses (de las que 40 millones ya están en autocartera y con la recompra de 35 millones de acciones, lo que equivale a un total del 4,9% del capital), adelantando así el inicio del plan de recompra de 200 millones de acciones previsto entre 2022 y 2025, según han destacado los analistas del Banco Sabadell.
José Manuel Loureda comunica su renuncia como consejero tras la reducción de la participación de Sacyr, mientras Manuel Manrique seguirá siendo vicepresidente de Repsol
Y por último, señalar que el Consejo de Administración ha tomado conocimiento, en su reunión del pasado miércoles, de la renuncia de José Manuel Loureda Mantiñán como consejero, tal y como adelantamos en Hispanidad hace algo más de un mes. Una renuncia que obedece a la reducción de la participación que tenía Sacyr, que ha pasado del 8% al 3,96%. Eso sí, Manuel Manrique, presidente de Sacyr, seguirá siendo vicepresidente de Repsol. Tras la salida, el Consejo de Repsol ha pasado a tener 14 miembros, entre los que se encuentra Luis Suárez de Lezo, que mantiene su silla tras haber sido desimputado en el ‘caso Villarejo’, y hasta ver a quién se elige para cubrir la vacante de Loureda o si se opta por no nombrar a nadie.