Esta mañana -jueves 27- nos llegan los resultados del primer trimestre del ejercicio de la entidad vallesana presidida por Josep Oliu. La casualidad los ha hecho coincidir con los del BBVA, y me ha hecho volar la imaginación a tres años atrás, cuando las dos entidades estaban pendientes de una posible fusión que a la postre se frustró, a mi parecer por problemas de egos que quizás algún día reconocerán, pero hoy estamos aquí con un BBVA en la cresta de la ola, creciendo un 39,4% en sus resultados y el Sabadell con un nuevo CEO y un cambio radical de proyecto, que ha mantenido su apuesta por el TSB (de momento) y que con un gran esfuerzo acometió una digitalización-modernización del negocio.
Pero vamos con las cifras presentadas hoy: 205 millones de euros (M€) ha sido su beneficio atribuido, un 4% inferior al obtenido en el ejercicio precedente. Por lo que parece, ha sido otra víctima más del ‘impuestazo’ que ha gravado en 157M€, y que sin él, el beneficio hubiese ascendido a 361M€ y el crecimiento habría supuesto un 69,4%. Es importante destacar el progreso del resto del grupo, prácticamente TSB, que incrementa su resultado hasta los 67M€ que casi triplican los obtenidos en el marzo del año anterior.
El incremento de tipos de interés comienza a ser determinante en el resultado de una entidad que evidentemente sigue fiando el ‘core’ de sus ingresos al negocio tradicional, ya que en el trimestre ha obtenido 1.100M€ (+28,3%) en el margen de interés, que sin tener en cuenta los 157M€ del nuevo impuesto, representa ya el 75% de los ingresos registrados en el margen bruto que ascendió a 1.311M€. El incremento en el margen de clientes y en la cartera de inversión por el incremento de tipos de interés ha compensado las menores aportaciones por la financiación excepcional de los TLTRO III. Veremos en próximos trimestres como empieza a reflejarse en el margen la incipiente batalla de remuneraciones del pasivo de clientela que se está registrando en el último mes del trimestre, cuando el Sabadell lanzó una cuenta remunerada al 2% hasta 30.000€ de saldo y si los depositantes comienzan a demandar remuneración a sus depósitos en reciprocidad por los incrementos en los tipos de los créditos.
Los ingresos por comisiones netas, 350M€ se han reducido en un 2,4% (-1,9% sin TSB). El descenso del 0,4% en la demanda de nuevos créditos ex TSB y del 1,5% en el TSB, debido al descenso de expectativas por los incrementos de tipos de interés, lo han propiciado en gran parte y, como consecuencia, afectando a las percibidas por colocación de seguros. Los Resultados por Operaciones Financieras (ROF) son irrelevantes por las altas aportaciones del margen y los 31M€ por dividendos representa un -46,5% por menores resultados en la participación en BS Capital.
El margen bruto, a pesar del buen desempeño del margen básico, solo crece un 2% impactado claramente por el impuesto. Sin esta carga el margen hubiese crecido un 14,2%.
Sorprendentemente, los costes de explotación solo crecen un 0,5% hasta los 593M€, un 1,4% sin TSB, y que en lo que se refiere a los de personal que en España crecen un 1,2%, aun no recogen en su totalidad los resultados de los ajustes del último plan de eficiencia. El incremento de la inflación se ha visto reflejado en los gastos de administración que crecen un 1%. El ratio de eficiencia se sitúa en el 48%, siendo del 42,5% en España y del 64,7% para el TSB, este último lejos de ser aún un buen dato y que con una menor aportación al margen representa el 34% de los costes del grupo.
Como ya hemos apuntado con las comisiones, la producción crediticia se ha visto ralentizada y se ha visto reflejada en el saldo de los riesgos con la clientela que presentan un saldo de 152.637M€, un 1,4% menos que en el primer trimestre de 2022, de los que el 27,5% corresponden a riesgos del TSB. Del total de la inversión crediticia, el 57,8% corresponde a créditos hipotecarios que se han visto reducidos en un 2,8% interanual y un 2,2% lo son con otras garantías reales. Los saldos dudosos al cierre del trimestre ascendían a 5.891M€, un 5,1% inferiores al primer trimestre de 2022, si bien el total de activos problemáticos se había reducido en este periodo en un 6,7%. El ratio de morosidad que presenta es del 3,52%, 0,14 p.b. menos que en el mismo periodo de 2022. La cobertura de estos riesgos alcanza el 54,6%, 1,1p.b. inferior a la registrada en el mismo periodo del anterior ejercicio. El reflejo en la cuenta de resultados del trimestre de la cobertura de estos riesgos ha sido de 217M€, un 10,7% superior al pasado ejercicio.
En cuanto a otras ratios, vemos que el de liquidez LCR se reduce en 15 puntos, pero se mantiene en un cómodo 220, el ‘Loan to deposit’, se mantiene en una prudencial situación por debajo del 100% en un 95% mejorando en 1,5puntos y el de solvencia CET1 mejora en 0,33 puntos y se mantiene en un cómodo 12,78%.
La cuenta presentada hoy puede calificarse como correcta: la situación de tipos de interés en su modelo de negocio es favorable, la reestructuración emprendida parece estar funcionando en la rentabilidad, pero continúa, a mi modo de ver, teniendo una incertidumbre que es el TSB. Jugar con tipos de cambio y tipos de interés con una entidad mediana fuera de la CEE es un riesgo añadido, más si después del saneamiento del TSB deciden su venta.
La cotización de hoy a la hora de cerrar este articulo mantiene una subida superior al 1%, después del susto en la apertura con una bajada y un repunte inmediato del 1%.