Teresa Ribera está en plena campaña electoral, como se refleja en sus intervenciones (declaraciones ante micrófonos y en entrevistas, mensajes en X (antes Twitter), etc.). No le vale con cargar contra la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Ahora también pone en la diana a las empresas españolas porque “les está yendo muy bien con esta agenda verde y social de Pedro Sánchez”, como ha señalado en su entrevista con El Periódico de España.

La vicepresidenta tercera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y cabeza de lista del PSOE para las elecciones europeas del 9-J prefiere obviar el impacto negativo que tienen algunas de las medidas del Gobierno Sánchez para las compañías, como la reforma laboral (más despidos, los fijos discontinuos inactivos, etc.), la subida del SMI, la subida de las cotizaciones sociales o el impuestazo energético, entre otros aspectos. Y ojo, al hilo de dicho tributo sigue dando largas: recuerden que los Presupuestos de 2024 iban a incluir incentivos a inversiones verdes, pero al final no se han aprobado y se han prorrogado los de 2023.

Quiere que las empresas españolas sean “valientes”, al estilo de algunas alemanas (Deutsche Bank, BMW, Siemens, Bayer, Volkswagen, Bayer, Telefónica Alemania...), y se posicionen en contra de la ultraderecha y “en defensa de la democracia”

Ahora Ribera vuelve a insistir en “ver si se puede convertir en una herramienta que incentive la inversión”... y por si esto no bastara, insiste en que “es muy importante que haya una fiscalidad justa”. Al hilo de esto, debería tener en cuenta los resultados de algunas empresas energéticas (Endesa, Repsol y Cepsa, entre otras) que aún siguen notando el impacto del impuestazo en sus cuentas. También debería considerar otros aspectos muy relevantes, como: el hecho de que deja el sector eléctrico hecho un caos y sin competencia real, que PwC advierte que prescindir de la energía nuclear a medio y largo plazo es emitir más y comprometer el suministro, y de lo urgente que es invertir en redes -un tema donde debería tomar ejemplo de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni-).

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Al hilo de las redes, Ribera debería tener en cuenta los problemas de colapso en las conexiones de renovables y en el suministro registrando apagones, y también que se pierden millones en producción de renovables (asuntos que tampoco parecen preocupar mucho a Beatriz Corredor, la exministra y amiga de Sánchez que preside Redeia). Asimismo, debería considerar las advertencias y peticiones de José Bogas, CEO de Endesa, señalando que es “crítico” y “urgente” invertir en redes... o será imposible la transición energética y que, en la misma línea, Francisco Reynés, presidente y CEO de Naturgy, también le ha pedido aumentar el límite anual a la inversión en redes de distribución de electricidad. Además, debería dejar a un lado la confrontación pura y dura (como se ha visto en el caso de Repsol, en el conflicto iniciado por Iberdrola tanto en los tribunales como en Autocontrol -el organismo independiente de la publicidad-... y donde hasta ahora la eléctrica que dirige Ignacio S. Galán ha recibido dos varapalos). 

Ribera, como buena política, pide más a las empresas de lo que les da... Quiere que las empresas españolas sean “valientes”, al estilo de algunas alemanas (Deutsche Bank, BMW, Siemens, Bayer, Volkswagen, Bayer, Telefónica Alemania...), y se posicionen en contra de la ultraderecha y “en defensa de la democracia”. Eso sí, no dice nada de que algunas grandes empresas sí se han sometido a Sánchez y han arremetido contra el presidente argentino, Javier Milei, a quien ve como “un provocador” tras criticar a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez,... horas después de reunirse con algunas empresas.

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La vicepresidenta ecológica, y ahora además candidata electoral, también tiene tiempo para criticar al PP porque es “ambiguo” en los ataques de Milei a Sánchez y porque en pleno “avance de la ultraderecha” Feijóo ha confirmado “que no tiene ningún problema” en pactar con la misma, como hizo en algunos gobiernos autonómicos y municipales. Asimismo, ha aludido a Vox, al referirse a “partidos que niegan la ciencia, piden frenar la agenda ambiental y agenda verde”. Y como ya hiciera en su entrevista con Politico, vuelve a cargar contra Von der Leyen, pues “se confunde si piensa que diferenciar entre ultraderechistas buenos y menos buenos puede suponer algo positivo en Europa”, es más, lo considera “un inmenso error” y “un caballo de Troya”. Además, como ella misma ha escrito en X, considera que “necesitamos #MasEuropa, más social y más verde”. Todo esto dentro de un contexto donde el viejo continente ha dado un giro y ahora prima más la seguridad y la defensa que la ecología

Y por cierto, Ribera no es la única miembro del Gobierno Sánchez que ha criticado a Von der Leyen. Este mismo lunes, desde Bruselas, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, el socialista Luis Planas, ha animado a la alemana a “superar la polarización en la agricultura” y “para que eso sea posible hay que romper con la extrema derecha”.