El año 2020, marcado por la terrible pandemia del coronavirus tanto en lo sanitario como en lo económico, va llegando a su fin y toca empezar a hacer balance. Esta vez el foco se coloca en algunos miembros del Gobierno, en concreto en la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, y en la titular de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. Ambas suspenden porque no se ha hecho ni una subasta de renovables, pero hay mucha especulación… y ojo, porque crece la desindustrialización.

Recuerden que esta semana se ha visto la última muestra de cómo el Gobierno promociona la entrada de fondos extranjeros en el sector de las renovables. No ha subastado ni un megavatio renovable, aunque ya ha aprobado el nuevo mecanismo para llevarlas a cabo, a pesar de su gran empeño ecologista y de que apuesta por una recuperación verde ante la crisis del coronavirus. Y ante la falta de subastas, ha surgido una burbuja especulativa en España, que no para de crecer

Naturgy, el fondo de pensiones canadiense CPPIB, la estatal china CTG, y la alianza entre el fondo Macquarie y el productor solar Sonnedix pujan por T-Solar: I-Squared quiere venderla por 1.500 millones

Y lo seguirá haciendo. Uno de los fondos de pensiones canadienses (CPPIB) sigue pasando fases en la puja por T-Solar (activo que controla el fondo estadounidense I-Squared desde la disolución de Isolux Corsán y que quiere vender por 1.500 millones de euros). Pero no está sólo en la puja, hace unas semanas avanzaron posiciones Naturgy y la estatal china CTG, y recientemente, se han sumando la última semana se han sumado el fondo australiano Macquarie y el productor global independiente de energía solar Sonnedix, pero lo hacen en alianza, según informa El Economista.

Paralelamente, la ministra Maroto no se queda atrás, pues tiene las riendas de algunos de los sectores más castigados por el coronavirus (comercio y turismo, sobre todo), pero las medidas han sido más bien escasas… A esto se une una desindustrialización creciente, pues en los últimos meses Nissan, Alcoa y Siemens Gamesa, entre otras empresas, han anunciado cierres de fábricas.

Nissan cerrará sus plantas catalanas, Alcoa quiere cerrar la de San Ciprián y Siemens Gamesa, tras cerrar Aoiz, hará lo mismo con la de As Somozas

En el caso del fabricante de automóviles japonés, conviene recordar que le gusta mucho vender en nuestro país pero no tanto producir aquí, algo que es bastante típico entre las compañías asiáticas. Hace meses anunció el cierre de las plantas de la Zona Franca, Sant Andreu de la Barca y Montcada i Reixac (Barcelona), lo que supondrá un ERE que afectará a 2.525 empleados y tendrá su impacto sobre un total de 25.000 empleos directos e indirectos, y ya ha provocado el despido de 500 empleados de Acciona. A principios de agosto, tras meses de huelga, la dirección llegó a un acuerdo con los sindicatos para que no haya “despidos traumáticos” hasta finales de 2021. Ahora, se están estudiando proyectos de producción de baterías y ensamblaje de coches eléctricos, así como un hub de electromovilidad, que podrían ubicarse en la fábrica de la Zona Franca, y por ahora, Nissan mantiene sus plantas en Cantabria y Ávila, donde sólo fabrica componentes automovilísticos y hace meses trabajaba a medio gas.

Por su parte, Alcoa ha decidido cerrar la única fábrica de aluminio primario de España (una de las dos que tiene en San Ciprián, en la comarca lucense de A Mariña) porque tenía pérdidas, provocando 524 despidos. Un cierre y un ERE que ha provocado un fuerte conflicto laboral y que ha llegado al Tribunal Superior de Justicia de Galicia: el juicio se celebró el pasado jueves y ha quedado visto para sentencia. “Esperamos tener un fallo favorable y que se declare la nulidad. Aquí está claro que la empresa ha mentido y ya les desmontamos la excusa económica, con lo cual a la empresa poco le queda para aplicar esta medida (el ERE)”, ha señalado José Antonio Zan, presidente del comité de empresa de Alcoa.

Y por último, no hay que olvidar a Siemens Gamesa, que pese sus históricas pérdidas en su último año fiscal ha pagado muy bien a sus consejeros. En la última Junta de Accionistas, celebrada el pasado julio, quedó patente la caradura de Siemens Gamesa: tanto el presidente no ejecutivo, el español Miguel Ángel López, como el CEO, el alemán Andreas Nauen, defendieron “el compromiso con España”, aunque “habrá decisiones difíciles pero inevitables”. Al cierre de la planta de Aoiz (Navarra) se unirá el de la fábrica de As Somozas (La Coruña) el próximo enero…