La buena noticia es que la riqueza financiera neta de las familias e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH) aumentó un 8% en el tercer trimestre de 2021, hasta 1,69 billones de euros, según las cuentas financieras publicadas este martes por el Banco de España.
La evolución de la deuda, sin embargo, no fue tan positiva al crecer en 3.000 millones y pasar de 701.000 a 704.000 millones de euros. De esta manera, la deuda se situó en el 59,8% del PIB, frente al 61,2% de hace un año y al 57,4% de septiembre de 2019, antes de la pandemia.
Por su parte, el saldo total de activos financieros de los hogares e ISFLSH, que comprende dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta, aumentó un 5,8% respecto al año anterior, hasta los 2,46 billones de euros, el equivalente al 209,4% del PIB.
En definitiva, una de cal y otra de arena: aumenta la riqueza de las familias, pero la deuda también.