No hay nada como dejar un cargo para hablar sin pelos en la lengua. Sin duda, la de este miércoles fue la mejor intervención de José María Roldán desde que fue nombrado presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), en abril de 2014. Y es que en abril de 2021 anunció que no se presentaría a un tercer mandato.
A Roldán le preocupa mucho la elevadísima deuda pública, por un doble motivo: por su volumen y porque la mayor parte está en manos extranjeras. “Dependemos de la caridad, de la confianza, de los mercados internacionales para sobrevivir”, afirmó durante un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Forum, en lo que fue una de sus últimas intervenciones públicas -sino la última- al frente de la AEB.
“Si queremos recuperar el margen de maniobra que teníamos antes de la pandemia por si acaso viene otro problema que no tenemos previsto, tendríamos que ser capaces de volver a situar la deuda pública en niveles que nos permitan cómodamente afrontar otra situación que requiera de un esfuerzo público tan importante como el que se ha hecho”, señaló. Lo cierto es que la deuda pública se ha disparado con Pedro Sánchez y está en torno al 123% del PIB. Casi nada.
Para Roldán, lo peor de estos ocho años han sido los tipos de interés negativos, algo que “te destroza el negocio” bancario. El mejor cliente de hace 10 años -cliente de pasivo- no solo no ha sido rentable durante estos años, sino que incluso ha penalizado a las entidades. Pero lo que ha sido un desastre para la banca, no lo ha sido para los políticos, que han seguido emitiendo deuda sin parar. “El sector público se ha beneficiado” de los tipos negativos, reconoció Roldán.
Vamos con la campaña “Soy mayor, pero no idiota”, que ya ha recabado más de 600.000 firmas. Tanto la patronal bancaria como la de cajas de ahorro (CECA) y la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (UNACC), presentarán “en las próximas horas” una serie de medidas que incluyan soluciones más permanentes para aquellas personas mayores, que ya no puedan utilizar los canales digitales
Vamos con la campaña “Soy mayor, pero no idiota”, que ya ha recabado más de 600.000 firmas. Tanto la patronal bancaria como la de cajas de ahorro (CECA) y la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (UNACC), presentarán “en las próximas horas” una serie de medidas que incluyan soluciones más permanentes para aquellas personas mayores, que ya no puedan utilizar los canales digitales. De momento, algunas entidades -Santander y Abanca- han ampliado el horario de caja. Una buena idea. En cualquier caso, Roldán aprovechó para señalar que el problema no es exclusivo de la banca, sino que afecta a todos los sectores.
La sostenibilidad está cada vez más presente en las entidades financieras. La posición de Roldán coincide con la que Ana Botín expuso hace unos días: los gobiernos deben ser quienes establezcan qué inversiones son sostenibles y cuáles no. Roldán vaticinó, en todo caso, que las entidades aún tendrán una “travesía del desierto” de unos 3 o 4 años, es decir, estarán presionadas al tiempo que no tendrán la certidumbre de lo que es sostenible y lo que no.
Vamos terminando, y lo hacemos con el euro digital que según cómo se implante podría ser el fin de la banca doméstica. El debate no está zanjado. “No tiene sentido que sea sustitutivo de los depósitos bancarios”, afirmó Roldán, para quien tendría más sentido que fuera sustitutivo del dinero en efectivo, “que es muy caro”. Cuidado, don José María, porque si desaparece el efectivo desaparecerá la poca privacidad que aún tenemos.
Para Roldán, tendría sentido que el euro digital fuera sustitutivo del dinero en efectivo, “que es muy caro”. Cuidado, don José María, porque si desaparece el efectivo desaparecerá la poca privacidad que aún tenemos
Sobre la SAREB, Roldán aseguró que los bancos no habrían perdido el capital invertido si los activos hubieran sido transferidos a un menor precio, aunque eso hubiera supuesto más pérdidas para el Estado, es decir, para los contribuyentes. “La evolución a lo largo del tiempo ha demostrado que a lo mejor la transferencia a esos precios no eran los más adecuados, porque ha habido unas pérdidas que no se esperaban cuando se puso en marcha este proceso”, afirmó.
Lo dicho: una de las intervenciones más completas de Roldán, justo antes de dejar la AEB.