Las relaciones con el sector energético no son un tema baladí en ningún contexto, pero mucho menos siendo año electoral (cuya primera etapa será el día 28 con las elecciones en todos los municipios, en 12 autonomías y en Ceuta y Melilla). En este contexto, no hay que olvidar la ruptura total de relaciones que existe entre Ignacio S. Galán y el Gobierno, en especial, con la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera,... y con su esposo, Mariano Bacigalupo.
Este último está intentando influir, 'poner orden', en el sector energético... cuando ya nada tiene que ver con él, siendo consejero de la CNMV, que es el regulador bursátil. La polémica entrada de Bacigalupo en la CNMV tras salir de la CNMC, donde le sustituyó María Jesús Martín, supuso que el Sanchismo se hiciera con el control de la mayoría de reguladores, excepto el Banco de España. Dentro del regulador bursátil, la primera muestra del deseo del esposo de Ribera por aumentar su influencia tuvo que ver con Indra, pues se incorporó a la deliberación sobre el asalto del Gobierno a dicha compañía y participó en la conclusión de que no hubo acción concertada cuando todo el mundo sabe que sí existió.
Antes de continuar, procede hacer una reseña de quién es Mariano Bacigalupo Saggese, aparte de esposo de Ribera y de su paso por la CNMC (donde trabajó desde 2006 en diferentes puestos hasta llegar a consejero) y el actual cargo que tiene en la CNMV. Este abogado de 55 años, nacido en Buenos Aires (Argentina), es profesor titular de la UNED desde hace más de 24 años, al tiempo que vicepresidente de la Fundación Alfonso Martín Escudero, vocal de la Junta Directiva de la Asociación Española de Derecho de la Energía (AEDEN) y miembro del consejo académico y codirector del Foro Energía y Regulación de la Fide Fundación, como se puede ver en su perfil de LinkedIn. Sector energía sí, pero ninguna responsabilidad poítica. Entonces, ¿por qué se mete donde no le llaman? Ser esposo de Teresa Ribera no le autoriza a ello. También es conocido por su vinculación política al PSOE de Majadahonda (luchó por la secretaría general del partido en dicha ciudad madrileña) y su familia tiene cercanía con Felipe González, algo que no les ha impedido apoyar también a Pedro Sánchez. Además, hay que recordar que es hijo de Enrique Bacigalupo, el abogado de Leo Messi desde octubre de 2014 (aunque su hija Silvina lleva el día a día) y el que fuera magistrado del Tribunal Supremo entre 1987 y 2008, participando en el ‘caso Sogecable’, el ‘caso Filesa’ y el ‘caso GAL’, entre otros; y más recientemente, llevó la defensa de varios acusados por las ‘tarjetas black’ de Bankia.
Ahora Mariano Bacigalupo, esposo de Ribera, intenta poner orden en el sector energético y aumentar su influencia... a través de llamadas y de escritos, entre otros aspectos. Algunos ejemplos de esto se pueden ver en su propio perfil de LinkedIn, donde se hace eco de una noticia sobre la nuclear (energía que detesta su esposa y que puede llevar a la pérdida de la central de Almaraz) y su deseo de operar más allá de 2035 con una rentabilidad razonable, pero también opina: “La rentabilidad razonable es una noción propia de regímenes retributivos regulados (como el de la actividad de transporte y distribución o el de la generación RECORE), no de retribuciones de mercado de actividades liberalizadas (actividades en competencia). Precisamente esto -contratos por diferencia (CfD) de carácter regulado- es el esquema que propone el Gobierno de España en su propuesta para la reforma del diseño del mercado eléctrico europeo respecto de la energía inframarginal histórica (las tecnologías inframarginales no contestables anteriores a la liberalización del sector eléctrico): nuclear e hidráulica. Una propuesta, empero, rotundamente rechazada (por “intervencionista”) por la patronal del sector”.
Y por si este ejemplo no bastara, ahí va otro. Bacigalupo se hace eco de una entrevista a Larry Fink, CEO de BlackRock, y destaca que le preguntan sobre la seguridad jurídica en España y este hace “interesantes reflexiones”. Además, se permite referir que “existe bastante confusión sobre el significado de este principio. El principio de seguridad jurídica no garantiza la inmutabilidad del ordenamiento jurídico ni se opone por tanto -sin más- a los cambios regulatorios. Tampoco es una suerte de mandato constitucional de regular business friendly”. Y ojo, porque ya hemos perdido las cuentas de cuántas veces Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, ha aludido a la falta de seguridad jurídica en España: entre ellas, lo hizo desde la Universidad de Harvard (EEUU). Asimismo, Galán se ha posicionado con el rey, Felipe VI, y contra Pedro Sánchez, a quien se atrevió a dar plantón en el mismísimo Foro de Davos, mientras se ha reunido con los dirigentes de muchos países (Joe Biden, Luiz Inácio Lula da Silva, Rishi Sunak, Andrés Manuel López Obrador, Anthony Albanese, entre otros). Además, no hay que perder de vista que Galán ha pasado de ser un fiel lacayo de Ribera por la defensa de las energías verdes a la ruptura total, un enfrentamiento que se ha agravado por el impuestado energético y que el presidente de Iberdrola no ha tenido reparos en escenificar con más de un plantón.
En cualquier caso, no sólo es que la ruptura entre Iberdrola y el Gobierno sea total sino que, además, ningún elécrico está dispuesto a aceptar las intromisiones del esposo de la vicepresidenta, ni en calidad de político ni de regulador, porque ya no posee ni la una ni la otra condición.