Decíamos que Ignacio S. Galán se ha lanzado contra todos: Gobierno, partidos políticos, asociaciones de consumidores, sindicatos, otras empresas energéticas, fondos, medios de comunicación… y hasta clientes). En especial contra el primero, claro que este que lidera Pedro Sánchez no se queda atrás y también va contra el presidente y CEO de Iberdrola, es más, quiere finiquitarle, pero hay dos problemas para hacerlo: Galán no tiene sustituto a la vista y el mercado -por tanto, los inversores- le sigue apoyando.
Descabalgar a Galán de la presidencia de Iberdrola tiene dos barreras : no hay sustituto disponible en el Consejo y, además, el mercado le apoya
Es cierto que el nuevo palo de Galán a Sánchez ha sido en un tono algo más moderado, pero el agraviado no se lo ha tomado nada bien. De hecho, no gustó nada la intervención del primer ejecutivo de Iberdrola en el Foro de Davos, donde pidió un “marco estable” para las renovables y llegó a afirmar que “necesitamos claridad, estado de derecho y una regulación atractiva”. Al hilo de esto, hay que tener en cuenta que el Foro de Davos atrae todas las miradas del mundo económico-financiero, empresarial y político mundial durante los días en que se celebra, y que Europa no tiene una única regulación energética, sino muchas regulaciones nacionales (en concreto, las de sus 27 Estados miembros), por lo que las palabras de Galán son una crítica al Gobierno español... y nada más y nada menos que en un evento internacional (algo que a Sánchez, con lo presumido que es -tras la docuserie, ahora abre las puertas de ‘Petrolandia’-, no le ha hecho la más mínima gracia). Y tampoco hay que olvidar que Galán no tiene buena relación con la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológico y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, aunque en un primer momento presumía de haberla formado y de ser uno de sus primeros aplaudidores. De hecho, en el Foro de Davos, Galán se mostró mucho más frío con Ribera y con Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, que con el propio Sánchez.
Las palabras de Galán en el Foro de Davos han sido una crítica al Gobierno español... y nada más y nada menos que en un evento internacional. Esto último, a Sánchez no le ha hecho la más mínima gracia
Claro que al presidente y CEO de Iberdrola le da igual que no gustara su intervención en Davos y presume de llevarse bien con Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea a cargo del Pacto Verde Europeo y comisario de Política de Acción Climática. Esto resulta curioso y más teniendo en cuenta el pequeño ‘encontronazo’ que tuvo Timmermans con Sánchez en el Foro de Davos, del que dio cuenta El Mundo: el presidente español se atrevió a preguntarle si es el momento de cambiar la regulación del mercado eléctrico no sólo en nuestro país (algo que Bruselas nos ha exigido a cambio de aprobar el tope ibérico... el cual aún no ha recibido su ‘ok’ definitivo y va a suponer una rebaja menor a la prevista, además de más deuda al crear un nuevo déficit de tarifa) sino en Europa. Pero Timmermans le calló de forma contundente, señalando: “No es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana. Hay que actuar con cuidado. Llevó 30 años diseñar este mercado y hay que ser cuidadoso para no dañarlo. Es muy complejo. Hay que hacerlo paso a paso”. Es cierto que Galán se sentó en primera fila a escuchar la intervención de Sánchez y no dudó en colocarse a su lado en el pequeño encuentro del presidente del Gobierno con los primeros espadas del mundo empresarial presentes en Davos, pero en la cena, corrió a sentarse junto a Timmermans, con quien estuvo hablando todo el tiempo: ¿Para poner al Gobierno como no digan dueñas ante el vicepresdiente de la Comisión Europea, responsable de cambio climático y de aprobar el tope ibérico del gas? Ese, al menos, era el comentario general.
El Gobierno quiere cargarse a Galán, pero no lo tiene fácil. En primer lugar, porque el presidente y CEO de Iberdrola no tiene sucesor a la vista a sus 71 años (cumplirá 72 el próximo 30 de septiembre). Recuerden que en la Junta de Accionistas de 2019 se mostró dispuesto a quedarse diez años más en la eléctrica, sintiéndose con fuerzas y subrayando que hay planes de sucesión definidos a todos los niveles. En la Junta de 2020, se blindó en la presidencia frente al ‘caso Villarejo’ por mayoría búlgara (99,9%) con un sutílisimo cambio de los Estatutos Sociales. En la Junta de 2021 sacó adelante todas las propuestas gracias a que logró seducir a los grandes ‘proxy’ (Glass Lewis e ISS) y fondos, sobre todo al qatarí (QIA) antes de su celebración.
Galán no tiene sucesor a la vista a sus 71 años: en la Junta de Accionistas de 2019 se mostró dispuesto a quedarse diez años más y en la de 2020, se blindó en la presidencia frente al ‘caso Villarejo’ por mayoría búlgara (99,9%) con un sutílisimo cambio de los Estatutos Sociales
Y este año, Galán sigue mareando a los fondos, que le exigen un CEO, especialmente a BlackRock, pero afronta otra Junta difícil porque le preocupan los accionistas institucionales (sobre todo los informes de los proxys advisors que les asesoran)... y quiere ganarse a los minoritarios (por eso ofrece un dividendo extra por acudir a la cita en Bilbao). Y en este contexto ha surgido la figura del chileno Mario Ruiz-Tagle, que era el primer ejecutivo de la filial brasileña -Neoenergia-, que se baraja como nuevo CEO de Iberdrola España, sustituyendo a Ángeles Santamaría. También está el segundo hijo de Galán, Ignacio Sánchez-Galán García-Tabernero, que ha sido ascendido a director de Compras Globales de Iberdrola hace unas semanas, según El Confidencial. Y por último, el yerno de Galán, David Mesonero, que dejará de ser director financiero de PRISA a finales del próximo junio y ya se apunta que podría ser nombrado director de Desarrollo Corporativo de la eléctrica, como avanza Voz Pópuli y barajaba Hispanidad: dicho puesto lo sigue ocupando Pedro Azagra, de quien Mesonero ya fue número dos, pero Azagra ha sido nombrado CEO de la filial estadounidense -Avangrid-.
El segundo problema que afronta el Gobierno es que Galán sigue contando con el apoyo del mercado. De hecho, la eléctrica es la primera empresa en capitalización bursátil del Ibex, tras haber dado el ‘sorpasso’ a Inditex en pleno cambio de cúpula. Galán se fía de sus éxitos internacionales y de gestión, así como de Catar, cuyo fondo soberano (QIA) es el primer accionista de la eléctrica y por ello, también se ha rendido ante la visita del emir de Catar a España. Asimismo, cuando se le acabe el chollo de las renovables quiere sacar partido del hidrógeno verde, aunque el problema actual de dicha tecnología es que hoy es carísima de producir.
En el primer trimestre, la deuda neta ajustada ascendió a 40.374 millones de euros y ojo, porque también aumentó el coste medio de la deuda en 79 puntos básicos, hasta el tipo del 4,12%, ante un entorno de subida de tipos
Eso sí, a algunos analistas les preocupa el elevado apalancamiento de Iberdrola, del que ya dimos cuenta en Hispanidad a raíz de sus resultados del primer trimestre. Entonces su deuda neta ajustada ascendió a 40.374 millones de euros y ojo, porque también había aumentado el coste medio de la deuda en 79 puntos básicos, hasta el tipo del 4,12%, lo que no es raro ante un entorno de subida de tipos.
Y un enfrentamiento más: Galán se ha convertido en la bestia negra de El País, el periódico vegetal más vendido en España y de El Confidencial, diario digital más leído en España
Claro que el ‘caso Villarejo’ no le preocupa a Galán. Además de estar blindado, ha logrado una victoria moral en su guerra con Florentino Pérez: ACS, condenada por dañar la reputación de Iberdrola. Eso sí, ¡Oh capitán, mi capitán! no se rinde y vuelve a la carga, pues ha enviado un escrito a la Audiencia Nacional pidiendo la imputación de la eléctrica, según El Confidencial. Y por cierto, no se puede olvidar que Galán demandó a este medio por vulneración del derecho al honor, por 12 noticias que considera “ejemplos flagrantes de transgresión de la veracidad”, en “más de dos años de campaña de desprestigio y acoso mediático”. Además, recientemente Iberdrola ha retirado la publicidad de PRISA por el agresivo tratamiento informativo empleado cuando Galán llamó “tontos” a los clientes de la tarifa regulada.