Rusia ha iniciado las ‘nacionalizaciones encubiertas’, con Danone y Carlsberg como sus primeras víctimas. Y es que Vladimir Putin, ha firmado un decreto que autoriza al Gobierno la toma de control “temporal” de los activos de ambas compañías en el país, que pasarán a estar gestionados por Rosimúschestvo, la Agencia Federal rusa de Gestión de la Propiedad Estatal.
Sin embargo, ni la empresa francesa de productos lácteos y de origen vegetal, nutrición especializada y agua, ni la cervecera danesa han notado en bolsa la toma del control “temporal” de sus activos rusos, pues estaban ya en salida del país. La cotización de Danone desciende un 0,77% este lunes, pero acumula un aumento del 11% desde el pasado enero; y la de Carlsberg baja un 0,82%, aunque se ha revalorizado también un 11% en lo que va de año.
Rusia suponía el 5% de las ventas totales de Danone y el 9% de las de Carlsberg, ambas compañías habían anunciado su salida del país, pero no el nombre de los compradores de su negocio
La empresa francesa de productos lácteos y de origen vegetal, nutrición especializada y agua tenía en Rusia unos 8.000 empleados y 12 plantas. Está controlada por fondos y eso llevó a que elevara el dividendo, a pesar de que en 2022 se redujo su beneficio a la mitad por la inflación, la decisión de salir de Rusia y la venta de su participación en la sociedad que tenía con la china Mengniu. La decisión de dejar Rusia la tomó poco más de cuatro meses antes de dar a conocer sus resultados anuales de 2022 y después de que al inicio de la guerra en Ucrania el 24 de febrero de 2021 optara por mantenerse. El adiós ruso le conllevaría un impacto negativo de hasta 1.000 millones de euros, pero como las cosas de palacio, el proceso ha ido despacio y aún no había anunciado un comprador de sus activos rusos. Ahora Putin ha dado un paso adelante y ha optado por asumir el control de Danone, que es la mayor empresa de productos lácteos de Rusia desde 2010, y este país supone cerca del 5% sus ingresos mundiales. La multinacional francesa no se quedará de brazos cruzados, sino que tomará las medidas oportunas ante esta noticia negativa, según los analistas del Banco Sabadell, que viene a trastocar los planes de Danone respecto a los activos rusos, los cuales avanzaban según el calendario previsto.
Por su parte, Carlsberg perdió 143 millones de euros en 2022, tras el cierre del negocio ruso, que contaba con unos 8.400 empleados y 8 fábricas, y aportaban el 9% de sus ingresos totales. La cervecera danesa anunció el pasado junio que ya tenía comprador para dicho negocio, pero aún no había desvelado el nombre, y que la reestructuración le costaría unos 1.275 millones. Ahora Putin se ha cruzado en mitad de su camino al tomar el control “temporalmente” del 98,56% de la cervecera rusa Baltika, perteneciente a Carlsberg, que era la cervecera occidental con mayor presencia en el país.