Banco Sabadell ya no tiene un núcleo duro accionarial como lo tuvo históricamente, con los Lara, los Andic y compañía. Lleva muchos años así y el presidente, Josep Oliu, no echa de menos aquellos tiempos. “No he logrado saber si uno está más a salvo con un núcleo duro o sin núcleo duro”, afirmó este martes durante un encuentro con la prensa, previo a la junta de accionistas del miércoles, en Alicante. “No tenemos ninguna duda de que la SEPI no va a entrar”, señaló en tono distendido. “Estamos tranquilos como estamos”, recalcó.
Oliu (a finales de abril cumplirá 75) es el presidente más veterano de la banca española y piensa seguir, al menos finalizar el actual mandato, renovado en la junta de 2023. Cuando termine, ya veremos. Ni confirma ni desmiente.
El que sí tendrá que dejar el cargo, concretamente en junio, es el gobernador del Banco de España. Pablo Hernández de Cos ha estado seis años al frente del regulador y no es prorrogable, aunque a Oliu le gustaría que siguiera “otros seis años más”. No es posible y lo más probable, visto lo sucedido en otras instituciones, es que Sánchez rompa el pacto no escrito -Zapatero fue el primero en romperlo- que consiste en que el Gobierno nombra al gobernador y el principal partido de la oposición, al subgobernador.
La sede social del Sabadell no volverá a Cataluña. “No está encima de la mesa ni debajo de la mesa”, afirmó tajante Oliu, quien admitió, no obstante, que “aquí (Alicante) vinimos por un accidente”, en un momento político concreto. “No nos va mal”, señaló. “Estamos aquí muy bien”, zanjó el asunto.
Tampoco está en los planes del banco vender la filial británica TSB, cuya integración fue tan problemática. Ahora va bien y, claro, el banco no quiere desprenderse de ella hasta que no aumente más su valor. Y quién sabe si al final, en lugar de venderlo lo que hace es fusionarlo con otro banco en UK. Todas las opciones están abiertas en el largo plazo. En el corto, lo dicho: ni venta ni nada.