Sacyrque tiene como principal accionista a DISA, la petrolera propiedad de Demetrio Carceller, consejero en Sacyr, vicepresidente de Ebro Foods y dueño de la cervecera Damm, ha presentado sus resultados correspondientes al primer trimestre del año en los que deja claro, una vez más, que las concesiones son su principal activo y su buque insignia. De hecho, el 85% del Ebitda lo aportan los activos concesionales, lo que para la Sacyr "se traduce en un modelo de negocio predecible y estable".

Su beneficio después de impuestos alcanzó los 31 millones de euros, un 51% más que en el mismo periodo del año anterior, gracias a la estrategia de inversión en activos concesionales de la compañía. Los ingresos también crecieron, un 8%, hasta los 1.293 millones de eruos, al igual que el resultado bruto de explotación (Ebitda), que aumentó un 32%, situándose en los 320 millones de euros. 

Todas sus divisiones de la compañía, Concesiones, Ingeniería e Infraestructuras y Servicios, contribuyendo al crecimiento de Sacyr, tras la entrada en operación de varios tramos de autopistas y la evolución favorable del negocio. Así, la cartera de proyectos ascendió a 58.863 millones de euros, con un crecimiento del 8% respecto a diciembre de 2022. De esta cartera, el 81% corresponde a Concesiones, que muestra un crecimiento del 20% en ingresos y un 53% en Ebitda, el 12% se atribuye a Ingeniería e Infraestructuras, que cayó un 7% en facturación aunque consiguió aumentar un 4% su Ebitda, y el 7% pertenece a Servicios, que aumentó un 20% sus ingresos y un 13% su resultado operativo. 

En el plano financiero, la deuda neta cerró marzo en 644 millones de euros, un 18% más a la del cierre de 2022, debido a las inversiones realizadas, aunque la compañía insiste en su objetivo de reducir esta deuda neta con recurso a cero, para lo cual, como ya adelantamos en Hispanidad, Sacyr puso a la venta sus negocios de Servicios y Agua. De forma paralela, la deuda neta total del grupo creció un 5%, hasta los 7.870 millones de euros.

Además, la constructora ha convocado su junta de accionistas en la que se votará la renovación del presidente y consejero delegado, Manuel Manrique, como consejero ejecutivo por un periodo de otros cuatros años. Precisamente, otra de las votaciones permitirá limitar el voto de calidad del presidente. 

En la Junta se planteará otro movimiento importante, Sacyr nombrará un nuevo consejero delegado en 2025. La compañía separará las funciones de presidente y consejero delegado, tal y como ha reconocido el propio Manrique.