Ya lo anunció Manuel Manrique, presidente ejecutivo de Sacyr, en la Junta de Accionistas: la nueva etapa del Plan Estratégico 2021-2025 en Sacyr se enfocaría en reducir la deuda, en generar valor para el accionista y en alcanzar los objetivos de sostenibilidad. Las cuentas de resultados de la compañía ya dejaron claro que las concesiones son su principal activo y su buque insignia y uniendo ambas cosas, el grupo comunicó ayer tarde su plan a la CNMV.
Sacyr, que tiene como principal accionista a DISA, la petrolera propiedad de Demetrio Carceller, consejero en Sacyr, vicepresidente de Ebro Foods y dueño de la cervecera Damm, va a reducir su deuda mediante dos operaciones: por un lado, la venta de una participación importante del área de servicios y por otra, dando entrada a nuevos accionistas en su división de agua, una de las actividades al alza de la compañía.
En concreto, el proceso de desapalancamiento se realizará mediante la venta del 49% de la división de servicios, la tercera más importante de la empresa por cifra de negocio, según las cuentas de la compañía. En paralelo, Sacyr planea una ampliación de capital para dar entrada a nuevos socios inversores en su división de agua, negocio que genera aproximadamente unos 160 millones y que está dentro de la división de concesiones, como hemos comentado más arriba, buque de la compañía y la más potente división.
Se prevé que ambas operaciones se completen en 2023, lo que significaría acabar con la deuda dos años antes de lo marcado en el Plan Estratégico. El anuncio ha gustado al mercado y al inicio de la jornada de este jueves, los títulos de Sacyr han subido en bolsa más del 8% hasta los 2,34 euros por acción, liderando las alzas del Ibex 35. Pero eso no quita que se quiera desprender de dos vectores de crecimiento en el mundo constructor.