El narcisista Pedro Sánchez está cada día más cerca de pasar de La Moncloa a ser una estrella de cine y pasearse por las alfombras rojas, eso sí, sin dejar de ser presidente... porque ya saben que le ha cogido gusto al poder. Y es que se reúne cada vez que tiene ocasión con las majors (anglicismo para referir los grandes estudios de cine de EEUU) y con las plataformas de streaming (Netflix, Amazon Prime Video, HBO, etc.)... y no sólo eso, sino que les ofrece beneficios fiscales.
El presidente del Gobierno, que ya graba su propia docuserie, quiere que España sea el gran ‘hub’ audiovisual de Europa. Y para tener éxito en su plan, no duda en ofrecer beneficios fiscales a los gigantes del sector, pese a que se niega a hacer una bajada generalizada de impuestos, como le pide el PP. En concreto, desde 2020, les permite deducirse un 30% del Impuesto Sociedades sobre el primer millón de euros invertidos en nuestro país para producciones audiovisuales, un 20% a partir de dicha cifra y hasta un máximo de 10 millones, según informa El Mundo. Y ojo, porque todo esto se queda corto al compararse con la excepcionalidad de Canarias, donde las deducciones en el Impuesto de Sociedades van desde el 50% en el primer millón, al 45% a partir de dicha cuantía y hasta un total de 20 millones, como destaca El Mundo.
No parece probable que en España se dé el chantaje que hizo Netflix en el estado de Georgia (EEUU) advirtiéndole que reconsideraría su “inversión completa” si entraba en vigor la ley que restringe el aborto o el que ha practicado The Walt Disney Company en el estado de Florida criticando la ley que prohíbe adoctrinar a niños en ideología de género y suspendiendo las donaciones
En este contexto, 40 ejecutivos de las grandes compañías audiovisuales están de visita en España entre los días 8 y 14, y como Sánchez persigue lograr ser un gran ‘hub’ audiovisual, no ha dudado en servirse de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño; de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; de otros cargos del Gobierno... y hasta de la Reina Letizia. Es más, hasta les ha agasajado con un almuerzo en La Moncloa, en el que estuvo presente el actor Freddie Highmore. La delegación de 40 ejecutivos audiovisuales forma parte de la asociación Motion Picture Association (MPA) de EEUU, que ha profundizado en las oportunidades del ecosistema audiovisual español, y ha visitado los estudios de Secuoya en Tres Cantos que albergan a Netflix, después viajará a Sevilla, donde HBO rodó la famosa serie Juego de tronos, y más tarde a Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.
Recuerden que Sánchez viajó a Los Ángeles el pasado julio y también se reunió con ejecutivos del sector audiovisuales para presentarles el plan para convertir a España en el hub audiovisual de Europa, con una dotación de 1.603 millones de euros de dinero público. Y el tema de los principios no es problema, pues la mayoría de majors (Paramount, Warner Bros Discovery, Walt Disney, NBC Universal y Sony Pictures) y plataformas de streaming apuestan por el Nuevo Orden Mundial (NOM), del que Sánchez es un buen discípulo: defiende la ideología de género -homosexualismo y feminismo- y el ateísmo (eso sí, no felicita a los católicos ni en Navidad ni en Pascual, pero sí a los musulmanes por el Ramadán), y tampoco hace ascos al adoctrinamiento de niños.
Es decir, no parece probable que en nuestro país se produzca el chantaje ideológico que hizo Netflix en el estado de Georgia (EEUU) advirtiéndole que reconsideraría su “inversión completa” si entraba en vigor la ley que restringe el aborto o el que recientemente ha practicado The Walt Disney Company en el estado de Florida criticando la ley que prohíbe adoctrinar a niños en ideología de género y suspendiendo las donaciones, pero el gobernador del estado de Florida, el republicano Ron DeSantis, no se ha achantado y podría revocar el autogobierno del distrito especial del parque Disney World, es decir, sus privilegios fiscales.