Tras cuatro meses de descensos tanto en la compraventa de viviendas como en la firma de hipotecas, preguntándonos si era síntomas de crisis inmobiliaria y/o de pobreza generalizada, parece que se puede dejar de cuestionar y confirmar. Y es que desde febrero ninguno de estos indicadores remonta, de hecho la firma de hipotecas se ha desplomado un 24% en mayo, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta visto que el alza continuada de los tipos de interés por parte de los bancos centrales (entre ellos, la Fed y el BCE), que no tiene visos de parar en el plazo más próximo, no está siendo de ayuda. Asimismo, está perjudicando la política económica del tándem Sánchez-Calviño (que se resume en que somos más pobres), por mucho que ellos vendan lo contrario… y tampoco ayuda la nueva y comunista Ley de Vivienda, de la que tanto presumía el Gobierno y que traerá una fuerte intervención en el mercado, claro que podría tener una vida corta si tras el 23-J hay cambio en La Moncloa.
Sólo se han registrado 33.398 préstamos hipotecarios sobre viviendas en mayo, un 24% menos que hace un año. El indicador ya acumula cuatro meses consecutivos de descensos interanuales, tras los registrados en febrero (-2%), marzo (-15,7%) y abril (-18,3%), pero el de mayo ha sido el más pronunciado, hasta ahora.
El importe medio de las hipotecas constituidas sobre viviendas ha bajado un 4,6% en el quinto mes, hasta los 141.798 euros, y el capital prestado ha caído un 27,5%, a 4.735,8 millones de euros. El tipo de interés medio para el total de préstamos hipotecarios se situó en el 3,5% en mayo, con un plazo medio de 23 años; y en el caso de las viviendas el tipo de interés medio fue del 3,15%, con una subida de 1,34 puntos respecto a mayo del año pasado y con un plazo medio de 25 años. De las 33.398 hipotecas constituidas en el quinto mes, el 38% han sido a tipo variable (cuyo tipo de interés medio al inicio fue del 2,79%) y el 62% a tipo fijo (donde el tipo de interés fue del 3,4%).
Y por cierto, recuerden que la compraventa de viviendas tampoco va bien y acumula cuatro meses consecutivos a la baja. En febrero bajó un 6,6%; en marzo un 5,7%; en abril un 8,1% y en mayo un 6,4%. Las cosas no andan bien para el sector inmobiliario y la incertidumbre es creciente ante el 23-J y lo que suceda después.