El sector del automóvil se reivindica ante el 23-J, pues representa el 10,7% del PIB y el 9% del empleo (2,22 millones de personas). Y al nuevo Gobierno que surja de las urnas le reclama medidas contundentes y estables porque “es fundamental recuperar los volúmenes” de venta y producción, según ha señalado José López-Tafall, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), en la presentación de su informe anual de 2022.

El año pasado fue “difícil para la recuperación” y el presente mejora, pero no lo suficiente: las matriculaciones en el primer semestre aún son un 27% inferior a las preCovid y la producción en los cinco primeros meses es un 15% menor a la del mismo periodo de 2019. López-Tafall considera que se debe dar prioridad a la industria para que España se mantenga como referente en automoción (segundo productor europeo y noveno del mundo), al tiempo que crece su compromiso por la sostenibilidad. Aunque no hay un problema de oferta (en las 17 plantas españolas se fabrican 44 modelos -de los que 20 son electrificados-), sí lo hay de demanda, que continúa en niveles bajos, y si esto no cambia “no se podrá mantener la riqueza ni reducir las emisiones”; y también continúa envejeciendo el parque automovilístico (su edad media ya es de 13,9 años, frente a la media europea de 11,8 años) y España sigue en el vagón de cola de Europa en electromovilidad. Por todo lo anterior, es clave que haya más ayudas, más coordinación y homogeneidad, que “el dinero llegue al ciudadano en el momento de la compra”, pero también que haya un mejor tratamiento fiscal a la innovación, que se den ayudas para instalar puntos de recarga (2022 cerró con 18.128) y se simplifiquen los trámites.

Aunque no hay un problema de oferta (en las 17 plantas españolas se fabrican 44 modelos -de los que 20 son electrificados-), sí lo hay de demanda, que continúa en niveles bajos, y si esto no cambia “no se podrá mantener la riqueza ni reducir las emisiones”, advierte el director general de Anfac

 

 

 

2022 fue “un año difícil para la recuperación”, ha subrayado López-Tafall por múltiples razones (crisis de chips, guerra de Ucrania, inflación, sobrecostes energéticos, problemas logísticos...) y se notó, sobre todo en el resultado neto del sector, que se hundió un 33,7%, a 767 millones de euros. Sin embargo, la facturación ascendió a 70.392 millones (+15,8%, sobre todo por la inflación), las fábricas aumentaron sus plantillas un total de 62.341 trabajadores (+1%) al resolverse la mayoría de los ERTE y la aportación fiscal se elevó a 39.177 millones (+13,2%).

López-Tafall considera que “las elecciones y la constitución de un nuevo Gobierno es una magnífica oportunidad para revisar cómo se están haciendo las cosas”, pero también ha incidido en que el sector depende de “cuatro ministerios” y del Estado central y 17 comunidades autónomas, por lo que hace falta más coordinación. Respecto a los programas de los partidos: Anfac aplaude que el PP incluya un Plan Renove porque supone una apuesta por la renovación y que la anunció después de que Alberto Núñez Feijóo participara en la Junta directiva de Anfac; de Vox destaca que da prioridad al sector; y que “ninguno quiere prohibir los coches”... y eso que Sumar sí quiere acabar con los de combustión en 2040).