El sector automovilístico europeo ha ido reanudando la actividad, pero se mantiene al ralentí por el coronavirus, que tendrá consecuencias laborales: perderá 100.000 empleos en 2021, según prevé la Asociación Europea de Proveedores Automovilísticos (Clepa). Paralelamente, coincidiendo con la XXXI Cumbre hispano-portuguesa que se celebra el día 10, las asociaciones de fabricantes y proveedores de España y Portugal piden más compromiso (y por tanto, ayudas) de sus gobiernos.
La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto) y sus homólogas lusas (ACAP y AFIA) han reivindicado el papel del sector automovilístico como impulsor de la reactivación económica y como generador de empleo seguro y de calidad. Asimismo, han recordado que es estratégico para la economía y el empleo en la región ibérica: aporta el 11% del PIB español y el 6% del luso, y supone el 9% del empleo y el 12%, respectivamente. Por ello, han recordado que necesitan incentivos y apoyo, no sólo para recuperar la producción y la demanda preCovid, también para afrontar su transformación hacia una movilidad cero emisiones.
El sector automovilístico es estratégico para la economía y el empleo en la región ibérica: aporta el 11% del PIB español y el 6% del luso, y supone el 9% del empleo y el 12%, respectivamente
En concreto, refieren que el Plan de Recuperación Europeo necesita una dotación financiera significativa para recuperar los niveles precrisis y un crecimiento sostenible. Al mismo tiempo, de cara a la transformación, requieren incentivos financieros y no financieros, promover la renovación del parque automovilístico, un desarrollo importante de la infraestructura de recarga, apoyo al desarrollo de la conducción autónoma y conectada, y un marco regulatorio homogéneo para el transporte de mercancías entre ambos países.
José Vicente de los Mozos, presidente de Anfac, IFEMA y de Renault en España, así como responsable de Logística y Fabricación del grupo francés a nivel mundial, ha pedido aumentar la competividad del sector. “Hay que posicionar el polo ibérico como un destino atractivo para las inversiones industriales, pero esto solo lo podemos lograr con el compromiso de todos”, ha afirmado. En la misma línea, María Helena Antolín, presidenta de Sernauto y vicepresidenta de Grupo Antolin, ha señalado que “entre todos debemos garantizar las mejores condiciones laborales, fiscales, energéticas y logísticas para seguir atrayendo inversiones a nuestro país. Dado que la competencia es global, posicionarnos como líderes es una necesidad imperativa para el mercado ibérico”.
Desde la Clepa, su secretaria general, Sigrid de Vries, ha señalado que el sector automovilístico europeo tiene una oportunidad de cara a la transformación: lograr que se fabriquen baterías para los coches eléctricos en suelo europeo. Al hilo de esto conviene recordar a Automotive Cell Company (ACC), la empresa conjunta que han creado el grupo automovilístico PSA y la petrolera Total con dicho objetivo, y que esta semana, Seat ha iniciado las obras del futuro Test Center Energy (TCE), el nuevo laboratorio de baterías donde se desarrollarán y probarán diversos sistemas de energía destinados a vehículos eléctricos e híbridos, en la planta de Martorell (Barcelona).