El comunicado remitido este lunes por la SEPI a la CNMV no deja lugar a dudas: “Con ello se culmina la ejecución de la operación de compra ordenada por el Consejo de Ministros”. Traducido: el Gobierno no seguirá comprando ‘matildes’ hasta el 13,2%, porcentaje que le daría derecho a un segundo consejero.

De momento, el único representante de la SEPI será Carlos Ocaña, que comparte mesa con el también socialista Javier de Paz (otro externo), el mejor candidato para salir si los árabes de STC se deciden y piden permiso para sentarse en el Consejo.

Primero, eso sí, tendrían que convertir parte de los derivados para llegar al 6,6% del capital en acciones -actualmente poseen el 4,5%-, o todos ellos en su totalidad, con lo que podrían incluso aproximarse a ese porcentaje mágico del 13,2%. En cualquier caso, tendrían que solicitar permiso a Moncloa, que siempre ha procedido de la misma manera: fuerte con el débil y débil con el fuerte.

Pero volvamos a la SEPI, que con el 10% -le ha costado 2.285 millones de euros de los contribuyentes- sólo tendrá derecho legal a un vocal a pesar de que el ministro José Luis Escrivá dejara la puerta abierta a tener dos. “Se verá en su momento”, respondió. Lo cierto es que la SEPI sólo tiene un representante, pero Moncloa puede presumir de tener dos. ¿Verdad, Javier?.