Shell ha decidido premiar a inversores y accionistas al anunciar otra recompra de acciones propias y un aumento del dividendo en un 4%, a pesar de haber reducido ingresos y beneficio en 2023. Y claro, los primeros han sonreído... y su alegría se ha reflejado en la cotización, que sube algo más de un 2%.
La petrolera anglo-neerlandesa no ha tenido un buen año 2023, el primero de Wael Sawan como CEO, debido al abaratamiento de los precios del crudo y del gas. Sin embargo, en bolsa lo ha notado poco, pues acumula una revalorización del 5,83% en el último año.
En 2023, sus ingresos han descendido un 16,3%, hasta 298.960 millones de euros, con bajadas en todos los segmentos. La división química y de productos ha facturado 109.877 millones (-17,7%); seguida de marketing, con 100.699 millones (-9,8%); las soluciones energéticas y renovables, con 41.460 millones (-15,7%); el área de gas, con 34.823 millones (-31,2%); y upstream -exploración y producción-, con 5.990 millones (-22,5%); e ingresos corporativos, con 38,9 millones.
Por su parte, el total de gastos ha bajado un 9,6%, a 268.777 millones. En este epígrafe, destacan la menor partida de compras por el abaratamiento de los precios de crudo y gas (196.927 millones, un 17,6% menos), así como el aumento de los costes de venta, distribución y administrativos (12.426 millones, un 4,5% más). Asimismo, cabe reseñar que Shell ha afrontado un fuerte incremento de los cargos extraordinarios por deterioros, agotamiento y amortización, que han pasado de 17.140 millones a 28.945 millones; y también se han disparado los gastos por intereses (debido a las sucesivas subidas de tipos por parte de los bancos centrales) un 46,9%, a 4.343 millones.
Shell ha afrontado un fuerte incremento de los cargos extraordinarios por deterioros, agotamiento y amortización, que han pasado de 17.140 millones a 28.945 millones; y también se han disparado los gastos por intereses (debido a las sucesivas subidas de tipos por parte de los bancos centrales) un 46,9%, a 4.343 millones
La petrolera anglo-neerlandesa ha visto también disminuir su resultado bruto ajustado (ebitda) durante 2023, situándose en 63.360 millones. El beneficio neto atribuido se ha reducido a la mitad (-53,6%), quedándose en 17.909 millones. Eso sí, esta cifra ha superado lo previsto.
Y esto se ha notado en la cotización, aunque ha tenido mucha más repercusión el premio para inversores y accionistas en forma de nueva recompra de acciones por valor de 3.238 millones que tendrá lugar en el primer trimestre de este año y de subida del dividendo en un 4%, a 0,31 euros, que se pagará el próximo 25 de marzo a los que tengan acciones a fecha del 16 de febrero.
Y por cierto, la deuda neta ha descendido ligeramente en 2023, situándose en 75.429 millones, frente a los 77.514 millones del año anterior. El CEO, Wael Sawan, ha subrayado que siguen simplificando la organización “con el objetivo de crear más valor con menos emisiones”.
En España, Shell cuenta con gasolineras (las cuales gestiona la española Disa, que en total opera 588 estaciones de servicio entre propias y ajenas, siendo la cuarta operadora, tras Repsol, Cepsa y BP) y también tiene puntos de recarga de coches eléctricos y proyectos fotovoltaicos.