Siemens Energy, dueño de Gamesa, insiste en las maniobras ante las pérdidas del fabricante de aerogeneradores antes español y ahora alemán e inmerso en una fuerte crisis en eólica terrestre. Se ha conocido que volverá a apostar por el ‘esquema Villalonga’ (el que aplicó Juan Villalonga cuando presidía Telefónica, bajo el principio infundado y anglosajón de que la suma de las partes vale más que el todo), pues escindirá su filial india, y también venderá su negocio eólico indio.

Tras estas novedades, la división energética del gigante industrial baja en bolsa un 1,5%. En concreto, Siemens Ltd, la filial india de Siemens, escindirá su negocio energético, Siemens Energy India Limited, para que cotice de forma independiente. Un movimiento que imita al que hace unos años lanzó el gigante industrial Siemens, cuando escindió sus negocios energéticos en una nueva compañía que denominó Siemens Energy y de la que el 45% empezó a cotizar el 28 de septiembre de 2020. Desde entonces, el gigante industrial ha realizado varias maniobras para que le afectara lo menos posible la crisis de Gamesa (propiedad al 100% de Siemens Energy desde junio de 2023, tras realizar una OPA de exclusión).

Desde que Siemens Energy cotiza por separado del gigante industrial, este último ha realizado varias maniobras para que le afectara lo menos posible la crisis de Gamesa: ya sólo controla el 17,1% de Siemens Energy, tras mover la mayoría de su participación al fondo de pensiones

A mediados del pasado noviembre, la división energética que dirige Christian Bruch ha logrado un acuerdo con el Gobierno alemán y un conjunto de bancos privados por el que su matriz, Siemens (entonces dueña de un 25,1% del capital), recibirá 15.000 millones de euros para afrontar las pérdidas de Gamesa. El consorcio de bancos dará 12.000 millones en garantías de préstamos, de los que 7.500 millones están respaldados por el Ejecutivo que lidera Olaf Scholz; y otros 3.000 millones vendrá de otros accionistas: la matriz, que comprará a Siemens Energy su participación en una filial india que vale en bolsa unos 2.000 millones; y del Gobierno español, porque Siemens Gamesa tiene aquí 4.600 empleados, nueve fábricas y la sede social.

El gigante industrial alemán también ha apostado por el peligroso método Enron’, llamado así por la energética estadounidense que protagonizó una de las mayores bancarrotas en 2001: se revelaron pago de sobornos y tráfico de influencias para lograr contratos y técnicas contables fraudulentas (como el ‘maquillaje’ de pérdidas con el resultado de subsidiarias) que hundieron la cotización y provocaron la quiebra, muchos ejecutivos fueron acusados de cargos y condenados a prisión, y hubo pérdidas milmillonarias para accionistas y empleados (perdieron tanto en pensiones como en precio de las acciones). Y en el caso de Siemens cabe recordar que con la crisis de Gamesa y su impacto en Siemens Energy, decidió mover parte de su participación en la división energética al fondo de pensiones y pasar a controlar sólo el 17,1% del capital, frente al 25,1% que ostentaba el pasado noviembre.

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Tras conocerse los resultados de su segundo trimestre fiscal (enero a marzo), tanto Siemens como su división energética prosiguen con las maniobras. Recuerden que en Siemens Energy ha crecido la caradura… y la cotización, tras despedir al CEO de Gamesa y anunciar ajustes de plantilla: ha tenido un beneficio de 108 millones, a pesar de que Gamesa ha perdido 365 millones y prevé tener unos números rojos de 2.000 millones en el conjunto del ejercicio fiscal porque no remonta de su crisis en eólica terrestre. Por su parte, Siemens ha estancado sus ingresos y ha bajado su beneficio.

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Entre las nuevas maniobras está la filial india escindirá su división energética para que cotice por separado, pero también la venta del negocio eólico indio, según ha informado el portal de negocios indio Mint. Este negocio está valorado en unos 921 millones de euros, su venta se enmarca dentro del plan para devolver a Gamesa a la rentabilidad en 2026 y ya hay varios fondos de inversión interesados (el indio Adani, el canadiense Brookfield, el australiano Macquarie, el emiratí Masdar y el estadounidense TPG Rise -en el que participan empresarios como Richard Branson, fundador de Virgin, o Bono, cantante de U2-).

La venta del negocio eólico indio también obedece a la apuesta por concentrarse en sus mercados principales de Europa y EEUU. Eso sí, Siemens Energy continúa extendiendo su caradura, porque aún no ha detallado los ajustes de plantilla que acometerá en Gamesa... y que seguramente también afectarán a España. 

Paralelamente, en España, Siemens ha recibido un varapalo de la Audiencia Nacional (AN), que ha desestimado su recurso a la multa de 16,8 millones que le puso la CNMC por el cártel ferroviario que duró 14 años. Sin embargo, la AN sí ha dado la razón a los recursos de Cobra y Sacyr, ante el cártel del que les acusaban la CNMC, Adif y Alstom.