A Siemens Energy le está saliendo muy caro el control total de Gamesa (que ha incluido el maltrato a los accionistas minoritarios) y también los problemas en las turbinas eólicas del fabricante de aerogeneradores de origen español. Y es que no sólo acumula desplomes bursátiles, sino también pérdidas milmillonarias y varias rebajas de previsiones.
El pasado lunes 7 su cotización bajó un 6% tras dar a conocer los resultados de los nueve primeros meses (octubre-junio) de su ejercicio fiscal. En los últimos seis meses, acumula una depreciación bursátil del 21%, en gran parte por el batacazo del 32% tras una nueva rebaja de previsiones hace poco más de un; y desde el pasado enero, la acción ha caído un 15%.
Para el conjunto del ejercicio espera pérdidas de 4.500 millones. Christian Bruch, presidente y CEO de Siemens Energy, señala: “Nuestros resultados del tercer trimestre demuestran los desafíos para dar la vuelta a Siemens Gamesa. El sólido desempeño de nuestras otras áreas comerciales me da confianza en la capacidad de nuestra empresa para volver a poner a los negocios sobre una base sólida”
La división energética del gigante industrial alemán ha tenido unas pérdidas netas de 3.718 millones de euros entre octubre y junio, 3,5 veces más que en el mismo periodo del ejercicio anterior (-1.066 millones). El beneficio operativo ha pasado de -647 millones a -2.409 millones y el margen operativo ha empeorado del -3,3% al -10,7%; y el resultado bruto de explotación (ebitda) ha pasado del terreno positivo de 315 millones a uno negativo de 1.516 millones. Todo ello debido en gran parte a los malos resultados del tercer trimestre por los cargos que le están provocando los problemas de calidad de las turbinas eólicas terrestres 4.X y 5.X, pese a la buena marcha de los otros tres negocios energéticos (servicios de gas, tecnologías de redes y transformación industrial) y a que los ingresos han crecido un 14%, hasta 22.598 millones, y los pedidos se han disparado un 52,9%, a 39.869 millones.
Hace poco más de un mes, Siemens Energy rebajaba sus previsiones por más fallos en las turbinas eólicas terrestres de Gamesa que estimaba que le costarían unos 1.000 millones, pero el mercado -y por tanto, los inversores- no se lo creían y tenían demasiadas dudas. Ahora, los costos esperados se han elevado a 1.600 millones y la mayor parte de los costos de reparación se esperan para los años fiscales 2024 y 2025. Estos costes por los problemas de las turbinas, así como el encarecimiento de productos y desafíos crecientes en el negocio de eólica marina han llevado a quintuplicar pérdidas netas en el tercer trimestre fiscal (abril a junio), hasta unas de 2.931 millones, frente a las de 564 millones de hace un año. El beneficio operativo ha pasado de -481 millones a -2.089 millones y el margen operativo ha sido aún más negativo que hace un año, pasando del -6,6% al -27,8%. Todo ello, a pesar de un entorno de mercado favorable que se ha hecho patente tanto en el crecimiento de ingresos en un 8% a 7.506 millones como en que los pedidos se han disparado un 544,2%, a 14.900 millones gracias a Gamesa y al negocio de tecnología de redes, elevando la cartera de pedidos a un nuevo récord de 109.000 millones.
Le está resultando bastante cara la toma del control total de Gamesa, incluyendo problemas en las turbinas eólicas, así como tensiones en la cadena de suministro y mayores costes que también notan otras empresas del sector (entre ellas, Vestas y Nordex), y maltrato a los accionistas minoritarios para hacerse con el 100% sí o sí
Siemens Energy ha vuelto a ajustar sus perspectivas de ingresos para el conjunto del ejercicio fiscal que finalizará el próximo septiembre a un rango del 9-11% y el margen de beneficio antes de elementos especiales a entre el 10% negativo y el 8% negativo, y espera unas pérdidas netas de unos 4.500 millones. Eso sí, mantienen las previsiones de ingresos y margen operativo para los negocios de servicios de gas, tecnologías de redes y transformación industrial. Christian Bruch, presidente y CEO de Siemens Energy, ha señalado que “nuestros resultados del tercer trimestre demuestran los desafíos para dar la vuelta a Siemens Gamesa. El sólido desempeño de nuestras otras áreas comerciales me da confianza en la capacidad de nuestra empresa para volver a poner a los negocios sobre una base sólida”.
En resumen, al gigante industrial alemán le ha salido bastante peor la escisión de sus negocios energéticos (Siemens Energy) que la del negocio de dispositivos médicos (Siemens Healthineers), aunque eso no le ha hecho renunciar al ‘esquema Villalonga’ (ya saben, el mismo que puso en marcha Juan Villalonga cuando presidía Telefónica, bajo el principio infundado y muy anglosajón de que la suma de las partes vale más que el todo) porque también segregará su negocio de motores y sistemas de accionamiento eléctrico. Además, cabe referir que le está resultando bastante cara la toma del control total de Gamesa, incluyendo problemas en las turbinas eólicas, así como tensiones en la cadena de suministro y mayores costes que también notan otras empresas del sector (entre ellas, Vestas y Nordex), y maltrato a los accionistas minoritarios para hacerse con el 100% sí o sí.
Desde UGT, la Federación de Industria, Construcción y Agro ha pedido una reunión al presidente de Siemens Gamesa y presidente y CEO de Siemens Energy, Christian Bruch. Y es que el sindicato está preocupado ante el anuncio de nuevas pérdida económicas por parte de Siemens Energy que puedan afectar al empleo en España.