Siemens Gamesa no sale del agujero, como se refleja en los resultados preliminares de su primer trimestre fiscal (octubre a diciembre 2022), cuyas cifras definitivas se conocerán el 2 de febrero. Y es que ha anunciado que tendrá unas pérdidas operativas de 760 millones de euros, en parte debido al impacto de 472 millones tras detectar fallos en turbinas de su flota instalada.
El fabricante de aerogeneradores, ahora más controlado por los alemanes (tras la opa, Siemens Energy ya tiene un 92,72% y persigue llegar al 100%), afrontará “unos gastos de mantenimiento de servicio y garantía que se esperan más altos de los previamente estimados”. Un importe que incluye reducción de los ingresos y un aumento de la provisión de garantías en la división de Servicios, según ha explicado en el hecho relevante remitido a la CNMV.
Un resultado neto de explotación (ebit) ajustado negativo que no es una buena noticia y más después de que cerró con unas pérdidas netas récord de 940 millones en su último año fiscal (octubre 2021 a septiembre 2022). Pero los analistas del Banco Sabadell han señalado que a pesar de ser unos malos resultados se trata de una “noticia sin impacto”, en la medida en que Siemens Gamesa está pendiente de la Junta General Extraordinaria de Accionistas que celebrará el próximo 25 de enero para aprobar su exclusión de cotización. No hay que olvidar que a las pérdidas récord se unieron despidos y venta de activos, aunque los CEOs (Andreas Nauen y su sustituto, Jochen Eickholdt) no se vieron afectados, porque cobraron casi 4 millones. Además, del recorte de plantilla a nivel mundial (-2.900), 352 se darán en España y entre ellos, está el director general, Javier Fernández-Combarro... quien no domina el alemán, y al que sustituye el ingeniero español Kerman Gabiola.
Eso sí, el fabricante de aerogeneradores espera unas ventas cercanas a los 2.000 millones para su primer trimestre fiscal, lo que supondría un crecimiento del 9% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, según los analistas del Banco Sabadell. Asimismo, prevé unos 1.600 millones en nuevos pedidos, elevando aún más la cartera total de pedidos pendientes, hasta los 33.700 millones; aunque la deuda neta crecería, pasando de los 1.232 millones del cierre del anterior ejercicio a unos 1.900 millones.