Siemens Gamesa se ha hundido aún más en el agujero en el que lleva inmersa desde hace meses con múltiples números rojos y rebajas de provisiones. Y es que ha duplicado las pérdidas netas y operativas (como ya avanzó)... por fallos en turbinas, pese a crecer en ventas. ¡Cuidado, Jochen Eickholt!
El fabricante de aerogeneradores, ahora más controlado por los alemanes de Siemens Energy (dueños del 92,717% tras la opa, y aspirantes a hacerse con el 100%, dando a los minoritarios un plazo para vender que acaba el día 7), no ha empezado bien su ejercicio. Y ojo, porque en su primer trimestre fiscal (octubre a diciembre de 2022) ha tenido el doble de pérdidas que hace un año: en aquel momento fue el entonces CEO, Andreas Nauen, quien pagó los platos rotos... Y se eligió a Eickholt para sustituirle. Por cierto, este prevé que 2023 sea un año de transición y la compañía vuelva a ser rentable en 2024, pero no descarta ajuste de empleo si no llegan pedidos.
El margen ebit ha empeorado notablemente, pasando de -16,9% a -37,8% en un año
Eso sí, por ahora no se ha tomado la misma decisión y el CEO parece convencido de mantener su puesto, pues ha explicado que al revisar la flota instalada se detectaron fallos en determinados componentes, lo que ha provocado mayores gastos de mantenimiento de servicio y garantía, y “tenemos mucho trabajo por delante para estabilizar nuestro negocio y volver a la rentabilidad”. Asimismo, ha subrayado que gracias al programa Mistral (que incluye entre otros ajustes y reducción de costes, despidos -2.900 en todo el mundo y de los que 352, incluido el director general, se darán en España-), pese al contexto macroeconómico y geográfico extremadamente complicado en el que nos encontramos, hemos logrado progresos en otras áreas”. Y ya saben, que no descarta más ajustes laborales...
Vayamos a los números contantes y sonantes. El fabricante de aerogeneradores ha tenido unas pérdidas netas de 884 millones de euros en su primer trimestre fiscal, duplicando las de hace un año (-403 millones). Por su parte, las operativas -beneficio neto de explotación (ebit) pre PPA y antes de costes de integración y reestructuración- ha sido de -760 millones, frente a la de -309 millones de hace un año; y el margen ebit ha empeorado notablemente, pasando de -16,9% a -37,8%).
Registra entrada de nuevos pedidos por valor de 1.609 millones, por debajo de los de hace un año (2.472 millones), y la mayoría proceden del negocio eólico terrestre (909 millones). Tiene trabajo para rato (la cartera de pedidos asciende a 33.698 millones), pero primero debe resolver los fallos de turbinas instaladas
Todo ello, a pesar de que las ventas han crecido un 9,8%, a 2.008 millones. También ha registrado entrada de nuevos pedidos por valor de 1.609 millones, por debajo de los que registró hace un año (2.472 millones), y la mayoría proceden del negocio eólico terrestre (909 millones). Eso sí, tiene carga de trabajo para rato, porque su cartera de pedidos asciende a 33.698 millones, aunque ahora no sólo debe lidiar con estos, sino también con los fallos detectados en turbinas instaladas. Y a los mayores costes que han generado dichos fallos, se suma un aumento de la deuda financiera neta, que ha pasado de 1.097 millones a 1.925 millones, aunque cuenta con 4.422 millones en líneas de financiación autorizadas (de las cuales ha dispuesto de 2.296 millones) y con una liquidez total disponible de 3.322 millones.
Con su opa, Siemens Energy perseguía no sólo más control sobre el fabricante de aerogeneradores con sede en Zamudio, sino también su exclusión de bolsa (algo que han aprobado los accionistas). Y este jueves, resulta curioso que la cotización de Siemens Energy presente un alza del 2,6%, pese a las notables pérdidas de Siemens Gamesa.