Siemens Healthineers mantiene sus previsiones de cara al conjunto de su presente ejercicio fiscal (octubre 2021 a septiembre 2022), pese a “los vientos en contra de la cadena de suministro y los bloqueos relacionados con la pandemia” y “los aumentos de costos”, en palabras de su presidente ejecutivo, Bernd Montag. Tampoco se ha dejado influir por las caídas de ingresos y beneficios que ha registrado en su tercer trimestre fiscal (abril a junio).
Esta empresa alemana de dispositivos médicos se escindió en marzo de 2018 del gigante industrial Siemens y debutó en el parqué, algo que después, en septiembre de 2020, también hizo el negocio energético (Siemens Energy, que es el principal accionista de Siemens Gamesa). Su beneficio neto ha sido de 364 millones de euros entre abril y junio, un 8% menos que hace un año y muy por debajo de los 415 millones que esperaban los analistas. Este puede ser el motivo de que este miércoles su cotización baje más de un 2%, impidiendo que recupere el terreno perdido: en lo que va de año acumula una depreciación bursátil del 27%.
Tras conocerse sus últimos resultados, su cotización baja más de un 2%, impidiendo que recupere el terreno perdido: en lo que va de año acumula una depreciación bursátil del 27%
En este descenso del beneficio neto han contribuido los menores ingresos de pruebas rápidas de antígeno Covid-19 y las restricciones en China. El beneficio ajustado antes de intereses e impuestos (Ebit) ha caído un 19%, a 765 millones, y el margen de Ebit ajustado ha pasado del 18,8% al 14,7%). Además, el flujo de caja libre se ha desplomado un 44%, desde los 852 millones de hace un año a 478 millones al cierre del pasado junio.
Por su parte, las ventas de la compañía de tecnología médica con sede en Erlangen han crecido un 3,7%, hasta 5.186 millones. Entre los dispositivos médicos que fabrica se encuentran aparatos de tomografía computerizada, sistemas de ultrasonido, equipos de rayos X o pruebas de gas en sangre, entre otros muchos.