La Sirena da una de cal y otra de arena a su propietario, el empresario millonario badalonés Francisco José Elías Navarro, en los resultados de su último ejercicio a los que ha accedido El Economista. Si bien es cierto que en 2022 logró superar las ventas preCovid, ha afrontado un desplome del 35% en su resultado bruto de explotación (ebitda) y ha registrado pérdidas.
La cadena española líder en alimentos congelados tiene 40 años de historia, pues surgió de la mano de dos amigos -Ramona Solé y Josep María Cernuda- en 1983, con una primera tienda en Tarrasa (Barcelona). En estas cuatro décadas ha pasado por varias manos: Corporación Agrolimen -propiedad de la familia Carulla y dueña de Gallina Blanca, entre otras marcas- entró en el año 2000 y fue elevando su participación; en diciembre de 2005 la compró el fondo de capital riesgo británico 3i; en 2015, el fondo europeo OpCapita se convirtió en el nuevo socio de referencia; y en 2021, José Elías se hizo con el 100% a través de lasociedad Excelsior Times.
Volvamos a los resultados de 2022. La facturación se ha situado en 175,8 millones de euros, superando el nivel preCovid, gracias a que cuenta con una red de más de 275 tiendas (situadas en Cataluña, Madrid, Castilla-León, Andorra, Levante y Aragón) y a que se ha disparado la venta online, como ya avanzó hace unos meses. Por su parte, el ebitda ha caído un 35,5%, a 6,8 millones, por el mayor coste energético y el encarecimiento de las materias primas. Y el resultado neto ha arrojado pérdidas de 4,93 millones, por los elevados gastos (entre ellos, la amortización del fondo de comercio generado para la compra de negocios en otros ejercicios) y la cara financiación por las sucesivas subidas de los tipos de interés. Eso sí, hay un aspecto bastante positivo en esta cadena especializada en alimentos congelados que emplea a más de 1.300 personas: el descenso de la deuda financiera bruta en un 10,4%, hasta 24,1 millones.
Menos ebitda y pérdidas, pero hay un aspecto bastante positivo: la deuda financiera bruta baja un 10,4%
La filosofía de La Sirena se centra en la calidad, la variedad (más de 800 referencias de producto, desde ingredientes básicos hasta platos preparados, e incluyendo también referencias de seco para hacer una compra completa), la innovación y la cercanía con los clientes. Una cadena que se esfuerza “en la mejora de la experiencia de nuestros clientes. Por ello, hemos apostado por la transformación de nuestro modelo de tienda (concepto de ‘La Sirena Market’), cuyo objetivo es facilitar al cliente una compra completa, económica, equilibrada y saludable, manteniendo nuestra esencia como especialistas del congelado”, en palabras de Xavier Lafitte, su director general.
A sus 47 años, Elías no sólo es dueño de La Sirena, sino también el primer accionista de Audax Renovables y Atrys Health -empresa de servicios de diagnóstico y tratamiento médico de precisión, que es pionera en telemedicina y radioterapia-, el segundo de Ezentis (bajó desde el primer puesto con el último acuerdo de refinanciación) y avaló a Joan Laporta para su vuelta a la presidencia del Barça. El empresario badalonés figura en el puesto 74 entre los 100 más ricos de España, según Forbes, y prefiere anunciarse en YouTube,... aunque la TV es donde mejor se recuerdan los anuncios.